La memoria de siglos de historia de la Catedral, en legajos de 500 años
L Archivo de la Catedral, siglos de historia
El archivo del Obispado fue destruido en 1936 · Los documentos, que se conservan en una de las salas del torreón catedralicio desde hace tiempo, tienen un gran valor para explicar la historia de la provincia
Apenas entra la luz del sol en una de las salas del torreón de la catedral de Almería. Ningún rayo puede enfocarlos directamente. Muchos siglos de existencia que ahora tienen que ser guardados como oro en paño, como la memoria de una historia plagada de anécdotas, recuerdos y momentos clave sujeta por cuerdas en una serie de legajos de bordes gastados y lustros de vida.
Los más antiguos datan de finales del siglo XV. El cuidado que hay que tener con ellos es "casi de joyero", como explica el archivero del Obispado, Francisco Escámez, que también ha de prestar atención a la temperatura y a que los documentos, que alcanzan la categoría de "verdaderas maravillas", mantengan el estado ideal de semipenumbra.
La historia tanto de los legajos como de los antiguos tomos ha sido una aventura constante. Han salvado muchos problemas. Entre ellos, la Guerra Civil, "un momento aciago en el que se perdió el archivo del Obispado, ya que fue destruido". Este hecho acaecía en el mes de julio del año 1936. Actualmente existen miles de documentos, cada uno con su propia historia plagada de anécdotas, momentos especiales y pequeñas biografías de algunos de los personajes más importantes y relevantes de la historia clerical de la provincia. Actas del Cabildo, registros de iglesias (cada cual con su propia historia y fechas concretas), hospitales y conventos se reparten el espacio en uno de los archivos más completos que existen en la provincia.
Pese a que el tiempo ha dejado su particular huella en el papel "de excelente calidad y no como el que se usa hoy en día, que jamás aguantaría el paso de tantos años", ha asegurado el archivero que la historia de la Catedral sigue indeleble ya que, en los siglos de los que datan los primeros archivos, la Iglesia era una institución muy importante, tal y como recordó Escámez, siendo el órgano consultor del obispo.
Debido a esto, según afirmó Escámez, el archivo catedralicio llegó a ser el órgano consultor y de máxima confianza de los altos cargos de la Iglesia convirtiéndose en una de las fuentes más solicitadas por el Obispo a la hora de estudiar y analizar la situación de la ciudad y los demás asuntos de competencia eclesiástica.
El buen estado de estos documentos, que es excelente y ya se pudo comprobar en la muestra Luminaria en la Catedral de Almería, es responsabilidad en buena parte de "personal cualificado que sabe cómo manejarlo y cómo tratarlo", señaló Escámez que quiso también hacer referencia a varias anécdotas vividas a lo largo del tiempo que tienen los documentos. Una de ellas, tal vez la más reciente, fue la muestra pública de algunos de los más importantes en Luminaria. "Allí todos los ciudadanos interesados pudieron contemplar la gran riqueza que tenemos en nuestra historia, que en muchas ocasiones es ignorada por los mismos almerienses", recordó Escámez que resaltó que entre los bienes mejor conservados se encuentra el Libro de Apeo de Alhama de Almería, guardado en la parroquia de la localidad y que fue expuesto en Luminaria, así como otros retazos de historia de la reconquista.
Precisamente la historia juega un papel importante en la reconstrucción de lo que aconteció en las épocas de las que datan los documentos. "En los textos se ve la relación entre la Iglesia y el Estado, los tejemanejes de los nobles que querían quedarse con los bienes eclesiásticos y otras eventualidades típicas de aquellos años", manifestó Escámez. "La Iglesia apenas tenía medios para sostenerse, y es en esta afirmación en la que se puede ver la base de la picaresca que existía entonces". Historia de años de luchas entre clases, de documentos antiguos en los que se reflejan datos valiosos, que aún lo son más tras el paso del tiempo revalorizándose con el paso de los siglos.
Muchos idiomas: los de la época y el oficial de la Iglesia (el latín) en el que se encuentran recogidas las bulas del nombramiento de los obispos. El castellano antiguo sigue considerándose el más empleado en los documentos conservados, ya que era el que más se hablaba en aquella época.
Pese al gran interés de estos legajos o tomos, los mismos no se muestran al público salvo contadas ocasiones. Por ejemplo, en caso de que exista intención de realizar un estudio sobre ellos o para trabajar en otros asuntos oficiales. En estos momentos, según destacó Escámez, "estamos pendientes de que el Instituto Andaluz de Estadística acuerde una cita, porque están muy interesados en el estudio de los documentos". Pero claro, a la hora de comenzar un trabajo específico "siempre tiene que haber personal cualificado para que maneje los legajos, los datos y demás, porque los mismos son delicadísimos", manifestó el archivero.
No hay más que ver la cantidad de años que han pasado por sus páginas, hechas del antiguo papel y en las que se escribía con tinta. "Debido al cuidado de la época y al de hoy en día se mantienen en perfecto estado", aclaró el archivero asegurando que "una libreta de las que usamos nosotros duraría una infinidad menos que estos papeles, obviamente". Hasta el día de hoy han sido muchos los estudios que se han desarrollado en torno tanto a la catedral como a su archivo, denotando la importancia que tiene esta estructura. No obstante, aunque el archivero del Obispado ha reconocido que la cantidad de legajos y documentos dista mucho de la que existe en Oviedo o Soria los almerienses "deben sentirse orgullosos".
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