Las mentiras que desmontan la credibilidad de la consulta

Marta Torrecillas, la mujer que denunció que le rompieron los dedos en una agresión policial, revela que sólo sufre una inflamación en la mano

Concentración ante la Escola Pia del barrio de Sant Antoni de Barcelona, junto a unas urnas, durante el paro de ayer.
Concentración ante la Escola Pia del barrio de Sant Antoni de Barcelona, junto a unas urnas, durante el paro de ayer. / Juan Carlos Cárdenas / Efe
J. M. Marqués Perales Enviado Especial

Barcelona, 04 de octubre 2017 - 02:42

La "brutal agresión" que sufrió Marta Torrecillas, desalojada del colegio Pau Claris en el Ensanche de Barcelona el pasado domingo durante el referéndum ilegal, no fue tal. Su caso es el que había impresionado más a la opinión pública catalana, los medios internacionales hicieron correr el vídeo en el que ella explicaba, con un gran vendaje, que la Policía Nacional le había roto los dedos de la mano con intencionalidad y uno a uno. Incluso denunció una agresión sexual, ya que algunos de los agentes "me han tocado las tetas".

Torrecillas intervino el lunes por la noche en un programa de TV3, en un espacio donde había otros heridos, uno de ellos con collarín, pero matizó sus daños: no tenía los dedos rotos, sino una "capsulitis", una inflamación de las articulaciones. El vídeo del suceso muestra, en efecto, a Torrecillas expulsada del colegio electoral, pero su relato no revierte la gravedad contada el mismo domingo.

El caso de Torrecillas le valió al Defensor del Pueblo de Cataluña, Rafael Ribó, para denunciar que uno que iba a investigar incluía una posible agresión sexual. Ribó lo explicó ante los medios de comunicación internacionales acreditados en el centro oficioso montado por la Generalitat. La foto de Torrecilla con los dedos vendados dio la vuelta al mundo.

Algunos medios de Barcelona dudan del impacto que tuvieron las cargas policiales del 1-O. Según el Govern, hubo 893 heridos en toda la comunidad, pero la Consejería de Salud especifica que son las personas atendidas en hospitales y centros sanitarios. ¿Todos los atendidos son heridos? Al día de hoy, hay cuatro personas ingresadas en los hospitales. Uno de ellos recibió un impacto de bola de goma en Barcelona; otro sufrió un paro cardiaco cuando iba a votar en Lérida, y dos más están en situación estable en los hospitales de Calella y Manresa.

El relato de Torrecillas desmonta la credibilidad del parte de heridos presuntamente comunicados por el Govern durante las cargas policiales. De hecho, el diario francés Le Monde alertó ayer de la proliferación en las redes sociales de imágenes manipuladas sobre la intervención policial en diferentes lugares de Cataluña el 1-O.

"Actos de violencia verdaderos, pero también imágenes a veces falsas. Ciertas escenas de violencia han sido inmortalizadas por internautas y han circulado en las redes sociales estas últimas horas. Pero otros mensajes igualmente difundidos recogen imágenes manipuladas", destaca en la web la sección Les décodeurs (Los descifradores), dedicada a verificar informaciones que circulan en la red. El vespertino centra su atención en cuatro imágenes y vídeos concretos que, según el trabajo de su equipo de investigadores, no se corresponden a los hechos sucedidos el 1-O.

En primer lugar, recoge un vídeo compartido miles de veces en Twitter bajo el mensaje "La Policía española ataca a votantes catalanes", en el que unos antidisturbios golpean con sus porras a un grupo de personas en la calle. "Estas imágenes no tienen ninguna relación con el voto organizado el domingo 1 de octubre. Se remontan en realidad al 14 de noviembre de 2012, en una manifestación contra la austeridad en Tarragona, donde los participantes fueron reprimidos por los Mossos", señala el diario.

En segundo lugar, detiene su mirada en una foto compartida miles de veces en Facebook que muestra a un policía que forcejea con una porra junto a un hombre en silla de ruedas. "La fotografía es bien real, pero también antigua. En realidad fue tomada en 2011, durante una intervención policial contra el movimiento de los indignados en Cataluña".

También recoge el caso de una foto en la que un grupo de agentes de la Guardia Civil se enfrenta a manifestantes que supuestamente enarbolan una bandera independentista. Le Monde demuestra que en la foto original no había ninguna bandera y que ésta fue añadida posteriormente de forma digital. Por último, se hace eco de una instantánea que enseña a un grupo de bomberos catalanes que se manifiestan frente a antidisturbios dispuestos a cargar. "La foto no tiene, de nuevo, ninguna relación con la actualidad", explican.

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