La mesa está servida

Burbujas de champán y tomates de la tierra. Vino de la otra punta del país y de Valladolid. Denominación de origen y esfuerzo.

Esas fueron las enseñanzas que adquirieron ayer los estudiantes del curso de Enogastronomía que cierra hoy sus puertas hasta el próximo año con una excursión al secadero de jamones de Serón Checa y una visita al Museo- Almazara Los Arbadinales donde el gerente del aceite 'Oro del Desierto' ofrecerá una cata de aceites a primera hora.

Las ponencias de Francisco López Martínez, Presidente del Consejo Regulador de la IGP "Tomate de La Cañada" y de Luis Alberto Gonzales, sumiller de Freixenet dieron comienzo a la penúltima mañana de la disciplina estival que tiene vocación de continuidad y que espera estar presente muchos años más en la realización de los cursos de verano. Así lo hicieron ver sus directores, Rafael Rubio y Tomás Lorenzana que despidieron el curso ante los medios de comunicación agradeciendo a la Universidad de Almería y a las distintas entidades colaboradoras.

A la clausura, que se celebró en el edificio de Diputación, asistieron la vicerrectora, María del Mar Ruiz, la diputada de Agricultura, María López Asensio y el rector Carmelo Rodríguez que se sentó a la mesa a degustar los productos de la bodega Ramón Bilbao que trajo Paula Fandiño, Directora de Mar de Frades.

Pedro Ruiz Aragoneses fue el encargado de dar por finalizada la mañana de ponencias con una charla que permitió a los alumnos acercarse al mundo del vino. El Gerente de la bodega Pago de Carraovejas contó cómo conocer la Enogastronomía desde la perspectiva del turismo asegurando que entre sus valores se encuentra la búsqueda de la calidad pero también el inconformismo que ha convertido una empresa familiar que data del año 1987 en una de las 10 mejores bodegas del mundo según la prestigiosa publicación americana 'Wine Spirits". La corporación que cuenta con cerca de 8.000 visitas al año es todo un ejemplo a seguir para el mundo de la Enología.