la ruta de los 102 | adra

Una ciudad milenaria que mira al mar y esconde incalculables tesoros históricos

  • Adra es uno de los bastiones turísticos de Almería al albergar un rico patrimonio cultural y arquitectónico y catorce kilómetros de playas Es un importante centro pesquero y agrícola

La ciudad milenaria Adra, situada en el extremo suroeste de la provincia, es una de las localidades con más encanto de Almería. La mayor parte de su término está ocupado por el terreno montañoso y árido de las estribaciones de la Sierra de la Contraviesa. La parte llana corresponde a la franja litoral, ocupada en su mayor parte por terrenos dedicados a la agricultura de invernaderos. Sin embargo, dentro de sus 20 kilómetros de costa nos podemos encontrar excelentes playas y la Reserva Natural de Las Albuferas de Adra, lugar de gran importancia por la cantidad de aves acuáticas que la visitan anualmente.

La ciudad, situada en plena línea de playa, data del s. VIII, a.C. En la actualidad es un centro de gran futuro turístico, al que hay que sumar su importancia como centro pesquero y agrícola, lo que la convierten en una ciudad moderna que conserva todavía restos de su patrimonio como la Iglesia Parroquial, algunas viviendas señoriales del s. XVIII y la interesante Torre de los Perdigones, muestra de la arquitectura industrial del s. XIX.

Su historia es milenaria. Fue la antigua ciudad de Abdera. Según Estrabón fue una colonia de origen púnico fundada en el siglo VI a. C. Aunque en el siglo VIII a.c. ya fue un emplazamiento fenicio, hubo un interesante comercio por la explotación de minas de hierro del interior.

Bajo el dominio romano, acuñará sus propias monedas. En el siglo I d.C., Abdera conocerá una época de esplendor por su industria artesanal, salazones de pescado y puerto de salida de la metalurgia del interior.

Durante el periodo de Al-Andalus, su economía se basó en la agricultura de regadí­o, el cultivo de la morera y la industria sedera, y en el comercio marí­timo.

La conquista cristiana fue de forma pacífica con las Capitulaciones de Baza de 1489. Tras la toma de Granada por los Reyes Católicos en 1492, la villa de Adra fue cedida a Boabdil.

A comienzos del siglo XVI fue reedificada con el nombre de Adra la Nueva para diferenciarla de La Alquerí­a que recibí­a el nombre de Adra la Vieja. La defensa de la costa obligó que se iniciara la construcción del castillo de Adra. A partir de la segunda mitad del siglo XVI, será un centro económico importante en la comarca. Permitió la salida de productos de las Alpujarras y fue la principal vía de aprovisionamiento de los pueblos del interior. Jugó un papel importante en la contraofensiva de la rebelión morisca de 1568, al recibirse a través de su puerto el aprovisionamiento a los ejércitos reales.

A partir del siglo XVII se inicia el cultivo y comercialización de la caña de azúcar de su cultivo, ello traerá un aumento importante de población debido a la emigración.

El siglo XIX viene marcado por el desarrollo de la metalurgia del plomo. En 1822 se construyen los primeros hornos para la fundición de plomo procedente de la Sierra de Gádor. La explotación del criadero de Sierra de Gádor dominó el mercado mundial del plomo entre 1820 y 1840. En 1837 el comerciante malagueño Manuel Agustín Heredia funda la "Casa Fundición San Andrés" con la tecnologí­a metalúrgica más avanzada de la época. A este complejo industrial pertenecían la Torre de los Perdigones, llamada así porque estaba destinada a la elaboración de perdigones de plomo, y la Fabriquilla del Vinagre, porque éste se utilizaba para la copelación de la plata a partir del plomo argentífero. El agotamiento del criadero y la bajada de los precios del plomo hará que se vuelva de nuevo hacia el azúcar.

Actualmente la horticultura intensiva bajo plástico ha cambiado totalmente el paisaje de Adra constituyendo el motor más importante de desarrollo económico del municipio.

En términos culturales, fa Feria de Adra, considerada como la segunda feria más importante de la provincia de Almería, congrega en el Recinto Ferial toda la población abderitana y a innumerables visitantes entre los días 5 y 10 de septiembre. Se venera ala patrona de Adra, la virgen del Mar, que se procesiona por tierra y mar el día 8 de septiembre, y al patrón de Adra, San Nicolás de Tolentino, cuya festividad se conmemora el día 10 de septiembre. Este último recorre en procesión el casco antiguo de Adra.

Pero sin duda, una de las señas de identidad de Adra es su estrecha relación con el mar. Tal es así, que el municipio cuenta con 14 kilómetros de playas, con tres Banderas Azules y tres Q de Calidad Turística y calas vírgenes. Además por segundo año consecutivo, Adra cuenta con un 'Centro Azul' y este año, además, ha obtenido el galardón de 'Sendero Azul'. La guinda del pastel la pondrá cuando abra sus puerta en breve el Centro de Interpretación de la Pesca, "que será el mayor homenaje que nunca se le haya hecho a nuestras gentes del mar", afirma el alcalde.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios