Fuerzas de Seguridad
“El día en el que el honor no sea su principal divisa, no habrá Guardia Civil”
Frontera Sur
Un joven inmigrante de 22 años permanece ingresado en la UCI del hospital universitario de Poniente desde la tarde de ayer tras sufrir una parada cardiorrespiratoria cuando era desembarcado forzosamente de una lancha neumática que irrumpió poco antes de las dos del mediodía con una treintena de magrebíes en pleno puerto deportivo de Roquetas de Mar junto al club náutico. Con evidentes signos de hipotermia y ahogamiento permanecía inmóvil tumbado sobre la arena y sufrió un paro cardíaco repentino que se produce cuando el corazón cesa abruptamente su actividad y el flujo sanguíneo deja de circular por el organismo. En cuestión de minutos podría haber fallecido si no se hubieran cruzado en su camino dos militares fuera de servicio que se encontraban por la zona y que intervinieron conjuntamente con dos agentes de la Guardia Civil que se habían desplazado de inmediato tras recibir el aviso por parte de la Central Operativa de Servicios.
Al ser conscientes de la gravedad del estado de salud del joven inmigrante, los guardias civiles, que previamente le habían arropado con una manta térmica, pidieron el envío urgente de una ambulancia medicalizada que llegaría 20 minutos después, según las diligencias a las que ha tenido acceso este periódico en exclusiva. En ese transcurso de tiempo no habría logrado sobrevivir si no llegan a intervenir los dos militares, un sargento primero del grupo logístico II de la Legión con base en Viator y una cabo con desempeño para la Subdelegación de Defensa de Almería, quienes empezaron a realizar las maniobras de reanimación cardiopulmonar RCP ayudados y coordinados con la patrulla con relevos cada dos o tres minutos. No cesaron en su empeño y lograron que recobrara el pulso a los 50 minutos siendo trasladado de inmediato al hospital universitario de Poniente para una exploración más exhaustiva y su ingreso inmediato en la UCI.
La zodiac que desembarcó este domingo a plena luz del día descargó a una treintena de inmigrantes que huyeron del lugar dejando tendido sobre la arena al joven que acabaría entrando en paro cardíaco y al que arrastraron hacia la orilla porque no tenía fuerzas ni para nadar. En las batidas posteriores de los agentes de la Guardia Civil fueron interceptados una quincena, 14 varones, una mujer y un menor de edad, todos trasladados en buen estado de salud al Centro de Atención Temporal de Extranjeros de Almería tras la activación de los servicios de Cruz Roja. Horas más tarde, en torno a las seis, llegaría otra embarcación tipo zódiac a la bocana del puerto con una veintena de inmigrantes, de los que algunos salieron huyendo a la carrera y otros fueron atendidos con síntomas de hipotermia en la zona de la lonja del puerto pesquero. También este domingo fueron evacuadas en helicóptero otras seis personas, entre ellas cuatro menores, que habían llegado a bordo de varias pateras a la isla de Alborán sin que haya trascendido el número total de migrantes.
Almería es el punto más caliente de la península en cuanto a la actividad de las mafias con los flujos migratorios que entran de forma irregular mediante neumáticas, narcolanchas y hasta motos de agua: 6.323 en 2023, un 66% más que el año anterior, y más de 52.000 en la última década. Si bien el archipiélago canario presenta las cifras más altas del país (18.555 en Las Palmas y 19.536 en Santa Cruz de Tenerife), en lo referente a la península, Almería es la principal puerta de entrada hacia Europa con una estadística que multiplica por tres y hasta por cinco los registros del resto de provincias del sureste español como Murcia (2.576), Granada (1.778) y Cádiz (1.288).
Entre Ceuta y Melilla no llegan ni al millar al experimentar en el último año un descenso del 59% en las entradas clandestinas. A nivel nacional han sido más de 53.000 inmigrantes, uno de los registros más altos de la historia por detrás solo del de 2018 con 51.018 personas interceptadas en su trayecto por vía marítima desde África. El incremento es exponencial porque en 2022 habían sido 30.686 en 2022 y 42.017 en 2021. En la provincia el drama humanitario de los flujos migratorios fluctúa tanto en los vaivenes de la estadística como en el modus operandi y en el último ejercicio han cobrado protagonismo los traslados en narcolanchas desde Marruecos a las playas del Poniente (Adra y El Ejido) a plena luz del día en detrimento de la ruta que operaban las mafias argelinas hacia las calas del levante en oleadas nocturnas. De los 6.323 inmigrantes que ha recibido la provincia en todo tipo de embarcaciones, 4.285 eran marroquíes (922 en 2022) y 1.806 argelinos (2.305 en 2022).
Las mafias africanas se lucran del triple negocio del transporte de inmigrantes, tráfico de drogas y logística (petaqueo). En cada trayecto de una planeadora de las que llegan desde Nador viajan entre 40 y 50 inmigrantes de media o se cargan en torno a 3.500 kilos de hachís. Los pilotos, encapuchados porque empiezan a entrar en escena las redes españolas, llegan a embolsarse hasta 50.000 euros por trayecto, 35.000 por controlar el GPS. Cruzan el mar de Alborán en dos o tres horas, se acercan al litoral y descargan el pasaje en dos minutos, a veces de manera brusca y violenta, para internarse de nuevo en alta mar. Graban con el móvil el desembarco y envían los vídeos a los responsables para que se certifique que han entregado el “paquete” en Almería. La cadena de delincuentes tiene tres roles bien definidos: los que se encargan de labores de logística y gestión de embarcaciones, los que llevan a efecto las travesías y los que están en un plano superior y son organizadores y cabecillas.
A pesar de la supremacía náutica de estas redes internacionales con estructuras consolidadas en los países de origen y destino y con presupuesto ilimitado para fletar planeadoras de última, los agentes de Guardia Civil y Policía Nacional mantienen un estrecho control y seguimiento de todos sus movimientos y, a veces, suena la flauta y acaban sentando en el banquillo de los acusados a los que sacan rédito económico de la desesperación de las personas que sueñan con una vida mejor al otro lado del Estrecho. Entre los años 2018 y 2023 han sido arrestados más de medio millar de pateristas y colaboradores necesarios de los flujos clandestinos de personas desde África en actuaciones en la provincia, según los datos facilitados a este periódico por el Ministerio del Interior.
La Guardia Civil desarticulaba el pasado verano uno de los grupos más violentos dedicado al tráfico de hachís en la provincia, deteniendo a 31 personas, del clan del Rifeño, entre las que se encontraba el propio líder del grupo y sus principales cabecillas. Fueron incautados 3.055 kilos de hachís, 30 vehículos y tres narco-embarcaciones, además de pistolas, chalecos antibalas, cócteles molotov y cadenas de pinchos para neutralizar los vehículos policiales. En los últimos meses del año, personal del Instituto Armado viene realizando un dispositivo especial de seguridad para prevenir y perseguir el transporte irregular de combustible para embarcaciones en el alta mar en los municipios del Poniente con varias detenciones e incautaciones. Entre las operaciones más importantes del último año, además de la del clan del Rifeño, destaca 'Amplio' con la detención de 10 personas que empleaban cuatro barcos como gasolineras flotantes.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado la "ley del silencio" que según este colectivo impone la Subdelegación del Gobierno de Almería a la hora de informar sobre la llegada de pateras al litoral almeriense, después de que dos embarcaciones tocasen tierra este domingo en el puerto de Roquetas de Mar. "Esperemos que la Guardia Civil ofrezca una nota de prensa por el auxilio y no se imponga la ley del silencio de la Subdelegación de Almería y solo se hable de pateristas detenidos, como ya ha pasado. Gran servicio. Estos no son de los que se premian con medallas", ha publicado la AUGC en uno de sus perfiles de la red social X. La AUGC comparte en esta publicación otra de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) en la misma red social en la que se puede leer: "Guardias Civiles de Roquetas salvan la vida a otra víctima más de las mafias de la migración y la droga en narcolanchas. Su RCP (reanimación cardiopulmonar) tras ahogarse en este desembarco fue vital, trasladado a Centro médico". La AEGC, como ya también ocurre con la AUGC, denuncia la falta de personal y medios para atender la llegada de migrantes a bordo de pateras y narcolanchas.
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