Segunda Navidad de nuestras vidas marcada por la pandemia de covid-19. Ese maldito virus que se resiste a irse y que obliga, de una forma u otra, a modificar nuestras costumbres y nuestra forma de vida anterior. Sin embargo, estas fiestas de 2021/22 serán muy distintas a las últimas; aún con restricciones sí, pero más parecidas a la “normalidad” que tanto se echa de menos.

A pesar de estar en plena sexta ola, con Almería sumando más de 500 contagios diarios, la actividad frenética navideña no hará un parón. Así lo han decidido las autoridades políticas (y se supone que también las sanitarias). La vacuna ha cambiado por completo el escenario, al menos en apariencia. ¿Pero es realmente así? Comparemos.

La provincia llegó a esta Nochebuena con una tasa de incidencia acumulada en dos semanas de 433,4 casos positivos por cada 100.000 habitantes. El mismo día del año pasado era solo de 191,5. Las causas de la mayor contagiosidad actual son dos, según los expertos: ya no hay casi restricciones (en 2020 hubo una desescalada prenavideña tras semanas de cierre perimetral de los municipios), y por otro lado la cepa ómicron parece causar estragos.

Evolución de la tasa de incidencia en la Navidad 2020 y en el otoño de 2021.

En este primer parámetro, el de la incidencia, la situación actual es claramente peor que la de la Navidad de 2020. Si se replica lo que sucedió el año pasado, en enero podría alcanzar el pico histórico de toda la pandemia. En el gráfico se puede ver cómo la tasa de incidencia creció exponencialmente hasta llegar a 1.177 casos por cada 100.000 personas el 31 de enero.

Sin embargo, que haya más contagios no quiere decir que mueran más personas. En eso las cifra son claras y demuestran que las vacunas hacen efecto. En el otoño de 2020 (del 23 de septiembre al 21 de diciembre) fallecieron 160 personas con covid en la provincia. Este otoño, en cambio, solo ha habido 24 muertes (26 si se amplía el periodo hasta el 23 de diciembre), es decir, casi siete veces menos.

Número total de fallecidos, en Navidad 2020 y otoño 2021.

Tampoco es igual la situación de los hospitales ahora y hace un año. Según los datos publicados por la Junta este viernes, 42 personas pasaron la Nochebuena ingresadas en la provincia, 11 de ellas en la UCI. El mismo día de 2020 había 94 hospitalizados, 26 de ellos en la Unidad de Cuidados Intensivos. La diferencia salta a la vista.

Sin embargo, el incremento exponencial de contagios preocupa y se prevé que la situación hospitalaria pueda empeorar, a pesar de las vacunas. En año pasado, de 94 ingresados en Nochebuena se pasó a 465 en poco más de un mes —el 4 de febrero se alcanzó el pico máximo de hospitalización—. En las UCI llegó a haber 98 personas en esas mismas fechas.

Evolución de la presión hospitalaria en Navidad 2020 y en otoño 2021

Todo esto hace que los expertos miren con preocupación las semanas que vienen y pidan extremar la precaución. El Gobierno solo ha intervenido volviendo a hacer obligatorio el uso de mascarillas en exteriores, mientras que la Junta de Andalucía ha ordenado el uso del certificado covid para el acceso a la hostelería y ocio nocturno. Son las únicas “restricciones” que habrá esta Navidad para intentar luchar contra la pandemia. Si dan resultado o no se verá en un mes, aproximadamente.

Pero aunque estas van a ser unas navidades relativamente normales (sobre todo comparadas con las anteriores), entre cenas, comidas y regalos se colarán unas invitadas poco habituales: las vacunas. Niños, mayores de 60 años y profesionales esenciales —policías, guardias civiles, bomberos y docentes— tendrán que pasar a por su primera o tercera dosis, según el caso.

La mortalidad en el otoño de 2021 ha sido siete veces menor que en el de 2020

Todas las esperanzas están puestas en la vacunación. Actualmente hay un 81,4% de la población total de Almería con la pauta completa. Poco a poco se va avanzando en los grupos de niños y ya hay un 28,5% de los menores de 12 años con la primera dosis puesta.

Sin embargo, la situación de “normalidad” puede cambiar en cualquier momento. Todo va a depender de cómo evolucione la situación estos días. De hecho la delegada del Gobierno andaluz, Maribel Sánchez, ya dijo en público que muchos ayuntamientos estaban estudiando un plan B para las cabalgatas. ¿Se quedarán, otro años, los Reyes Magos sin poder salir por las calles?

Algunos municipios ya han comenzado a suspender algunas actividades, de forma preventiva, sobre todos aquellos con mayor incidencia del coronavirus en las últimas semanas. Pero por el momento ningún ayuntamiento ha dado el paso de cancelar la cabalgata o grandes eventos. Sobre las cabalgatas precisamente dijo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se había hablado en la Conferencia de Presidentes Autonómicos y que “con la vacunación de niños, abuelos y padres, el uso de las mascarillas y la experiencia de los ayuntamientos sobre cómo celebrar estas actividades “nuestros niños y niñas se merecen tener cabalgatas este año” y que el Gobierno “trabajará para que sea así”.

La Junta de Andalucía dejó en el aire la posibilidad de que no haya cabalgatas tradicionales

Así vivimos la Navidad de 2020

Dejando aparte los fríos datos, conviene recordar cómo fue la Navidad pasada, que ahora ya nos parece tan lejana. Para empezar, ni siquiera existía libertad de movimientos. Desde el 30 de octubre hasta el 12 de diciembre no se podía salir del propio término municipal de residencia y hasta el 18 de diciembre no se abrieron las fronteras provinciales y se pudo viajar por Andalucía, sin poder abandonar la comunidad autónoma.

Este año, por supuesto, sin estado de alarma no existe ninguna restricción de movilidad. Los almerienses podrán volver a viajar en busca del frío y los foráneos podrán venir a disfrutar del sol o a sus segundas residencias en la costa.

Además, no hay toque de queda, algo con lo que hubo convivir el año pasado: de 23:00 a 6:00 los días normales y de 1:30 a 6:00 en Nochebuena y Nochevieja.

Otra de las diferencias está en los horarios comerciales. Ahora no hay limitaciones, salvo las que marca la normativa habitual. El año pasado, hasta el 12 de diciembre los comercios tenían que cerrar a las 18:00 horas, aunque se amplió en los días navideños.

Almería durante el toque de queda del año pasado.

Uno de los sectores que sigue sufriendo restricciones es la hostelería, aunque mucho más laxas que antes. Ahora es necesario presentar el certificado covid, pero hace un año ni siquiera pudieron abrir por las noches hasta el 18 de diciembre. Después tuvieron limitado el horario de 20:00 a 22:30 horas, pero con la barra clausurada y con un máximo a seis personas por mesa (diez en los días festivos).

En definitiva, echar la vista atrás doce meses es muy útil para comprobar que, a pesar de todo, los datos son mejores ahora y, de paso, recordar que la Navidad tan atípica de 2020, a pesar de las restricciones, no evitó la mayor oleada de la pandemia.