La moda del falso cerrajero indigna a los acreditados

Los cerrajeros acreditados (reputados), esos que llevan realizando toda su vida el trabajo con propiedad, están molestos, indignados y preocupados. En las últimas fechas, como pasa en otras tantas profesiones, su profesión ha registrado un aumento elevado de intrusos, llegándose a cifrar en torno a un 30% en la provincia almeriense. Se trata de personas que han salido de otros sectores en los que el trabajo se ha acabado, realizan un curso rápido y se han iniciado en el trabajo. Algunos realizan su trabajo decentemente, pero otros, y es un sector bastante elevado, se aprovechan de su nuevo trabajo para echarse un dinero en el bolsillo de forma ilegal: robando viviendas (incluso con herramientas que antes era secreto profesional) o vendiendo llaves y direcciones de cerraduras que han arreglado a los ladrones.

"Han llegado herramientas de otros países, sobre todo de Europa del Este, que son artículos que nosotros teníamos como secreto profesional y que ahora se están extendiendo y facilitan el acceso a las viviendas", explica David Ormaechea, presidente de UCES, la Unión de Cerrajeros de Seguridad del Estado. En Almería, durante 2012 se produjeron un 26,3% más de robos con fuerza en domicilios que durante 2011. Tan solo en los nueve primeros meses del año, la Secretaría de Estado de Seguridad registró un total de 2.863 delitos de este tipo. Siendo esta una tendencia que se viene agravando en los últimos años, máxime desde que en 2007 comenzara la ya más que pronunciada crisis. Esto pone de manifiesto que poner las llaves y la cerradura de tu casa en manos de la persona no adecuada podría llevarte a engordar este listado.

Por eso, el presidente de la Unión de Cerrajeros y su colectivo tratan de concienciar a la población almeriense y al resto de la ciudadanía española de los riesgos: "Lo primero que debemos hacer siempre que venga un cerrajero a nuestra casa es identificarlo, al igual que hacemos con el del gas o el del teléfono. En muchas ocasiones no llevamos a cabo esta práctica porque actuamos con prisas. Nos encontramos con que no vemos quien es realmente quien está en la puerta de mi casa", agrega el presidente de este colectivo de profesionales de la cerrajería a nivel nacional.

En Almería, uno de los casos más flagrantes de robos de falsos cerrajeros se ha desarrollado en los últimos meses, aunque la Policía Nacional le puso fin. El pasado mes de febrero fue detenido un matrimonio, sus dos hijas y yernos, asentados en Vícar, por un centenar de robos. Este grupo, de los más perseguidos, utilizaba profesiones tapaderas como fontanero y cerrajero. Entre los artículos sustraídos (300 objetos) que se encontraron en tres registros domiciliarios de la localidad de Vícar se recuperaron joyas, relojes, videoconsolas, equipos informáticos, televisores, dinero y tres vehículos.

Desde UCES manifiestan ser conscientes del creciente número de robos en hogares y afirman estar tratando para concienciar a las personas de que aumentar la seguridad de sus casas no tiene porque suponer un desembolso extraordinario. Es más, algunos consejos son de "coste cero" como simplemente cerrar la puerta siempre con doble vuelta, aunque sea por espacios breves de tiempo. Una puerta "simplemente" cerrada supone una ocasión para una manipulación sencilla y de segundos de duración para los ladrones. Además, exponen que por una cantidad que no llega a los 200 euros se puede renovar el sistema de cierre para que este alargue el tiempo en el que se produce el robo.

En cuanto a los robos que se están produciendo en Almería, destaca el aumento en los trasteros, pero también en las viviendas que se encuentran en barrios residenciales, así como en las segundas viviendas y en zonas de cortijos con poco tránsito. "Se están dando dos tipos: cuando se producen en capital y son en una zona residencial, son robos muy rápidos, de dos o tres minutos. Roban dinero y joyas. Cuando son segundas viviendas, se trata de robos más elaborados e incluso aprovechan para llevarse electrodomésticos".

En numerosas ocasiones, los robos se producen por descuidos, aprovechan la ocasión y cuando se sale a comprar el pan, por ejemplo, se da un portazo y el ladrón está ahí al acecho, sabiendo todos los pasos que se han dado. La mayoría de los robos se están produciendo durante el día, pues las personas que se dedican a meter sus narices y sus manos en propiedades ajenas han perfeccionado su modus operandi para conseguir el mayor botín posible y, de paso, no arriesgar su posible detención por los agentes de seguridad.