No sólo la Casa Real británica ha cambiado de titular esta semana; también la Casa de Nazaret en Almería tiene nuevos regentes. Si los ingleses dicen estos días aquello de “¡La Reina ha muerto! ¡Viva el Rey!”, en nuestra modestia los almerienses podemos decir: “¡Las monjitas de la Casa de Nazaret se han ido! ¡Vivan los hermanos Franciscanos!”... salvando las diferencias, claro.

Quizá muchos almerienses no sepan con exactitud qué es eso de la Casa de Nazaret. Pues les cuento. En 1970 se instaló en nuestra ciudad la institución benéfica del Sagrado Corazón de Jesús, fundada por la M. Rosario Vilallonga. Levantaron un gran caserón frente a la que actualmente es la sede de la peña El Morato, con inmensas zonas de jardines y huertos, ‘lejos del mundanal ruido’, donde pedía Fray Luis de León vivir a los religiosos, y unas vistas maravillosas sobre la ciudad. Allí acogen desde hace medio siglo a los más pobres y marginados de la sociedad de forma totalmente altruista y gratuita: ninguno de los acogidos puede pagar nada, ni aunque lo desee.

A lo largo de estos 50 años, la comunidad religiosa, el Patronato y un importante número de voluntarios han formado una gran familia en la que los más pobres han tenido un hogar y, desde la caridad cristiana que nace del Evangelio, han sido la luz que ha iluminado la vida de los que por ella han pasado.

Pero la falta de vocaciones de los actuales tiempos ha hecho que sólo dos religiosas permanecieran en ella: sor María Dolores y sor Beatriz, ambas de avanzada edad. El Obispo de Almería, Mons Gómez Cantero, lo comunicó en la página web de la Diócesis hace unos días: “El Consejo General de la Orden me hizo llegar la decisión de trasladar a las monjas a otras comunidades y desde entonces mi preocupación ha sido encontrar una solución viable para que no se cerrara este hogar y seguir dando vida a las personas más necesitadas”.

Mon. Gómez Cantero contactó con distintas órdenes religiosas y tras meses de gestiones (el comunicado le fue remitido en marzo) la congregación de los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca , presentes en toda Andalucía salvo en Almería, aceptó que dos religiosos se instalaran en la Casa de Nazaret para atender la comunidad allí formada e iniciar una nueva etapa en ella, siguiendo el lema de su fundador, el Hno. Isidoro Lezcano: “Una familia que acoge, acompaña y transforma”. Eso harán en Almería, lo que han venido haciendo las monjitas del Sagrado Corazón los últimos 50 años: dar calor a los necesitados, ser su familia.

Por ello, nuestro prelado invita a parroquias, hermandades, comunidades religiosas, sacerdotes, diáconos y fieles en general a la Eucaristía que tendrá lugar en la Catedral el próximo sábado día 17 a las 12 del mediodía. Bienvenidos, Hnos. Franciscanos.