Hasta los montes y más allá

Hasta los montes y más allá
Hasta los montes y más allá
Antonio Zapata

24 de marzo 2016 - 01:00

A los que optaron por retirarse esta semana al interior -el turismo rural sigue en boga- a lo mejor les apetece un poco de mundanal ruido, perdón, de recogimiento penitencial. Las opciones más evidentes son las Semanas Santas de Cuevas del Almanzora, Vélez-Rubio y Huércal-Overa, catalogadas las tres como de Interés Turístico Nacional. También es muy popular el Cristo de la Misericordia de Vera. La de Berja es probablemente la que más cofradías tiene, me dicen los expertos del periódico que son nueve. Tiene un atractivo añadido y es que este año han programado una ruta de tapas simultánea. Yo no soy un devoto, ni de las procesiones ni de las rutas de tapas, y de esto último debo decir por qué. Se debe a que en estos circuitos, cada vez más numerosos, participa todo bar o chiringo que lo desee. Así no se complican la vida los organizadores y todos contentos. Todos menos los paganos, los clientes. ¿Alguien se imagina que para participar en un festival de cine o en una muestra de pintura, bastara con llevar un DVD o un cartapacio con la parida que cada uno quisiera? Siempre hay una selección y un jurado profesional. Si no, sería la leche. Pues eso.

Al final de la página pongo unas cuantas sugerencias para compaginar las estaciones de penitencia citadas con algunos apeaderos de alivio. Y ahora, unas posibles compras interesantes por esas zonas:

Panes: en Vélez Blanco, el de la panadería Patrón; los jueves hacen pan ácimo. González en Los Gallardos cuece en un viejo horno hogazas y grandes barras (Balduino y Fabiola), de miga dorada y corteza crujiente. En Vera, el Horno de Martín, que tiene más de un siglo.

Queso La Pastora, en Taberno. Es de una cooperativa con un hermoso rebaño de cabras. A trasmano de esta ruta, en Serón, hay otro queso muy reciente: Seronés. Y ya que están, si no quieren pecar con jamones y embutidos, pueden echar mano del vino de Diego Gea o del aceite La Zalea. Bueno, aceites excelentes los hay por toda la provincia, nombrarlos todos me dejaría sin espacio para el siguiente apartado.

INTERMEDIO CARNÍVORO

Me dicen los expertos que el Jueves Santo no es vigilia, así que se puede comer carne. Debe ser cierto y no una norma nueva, porque mi abuela Carmen, allá por los años cincuenta, siempre hacía guisillo de cordero ese día y nos sentaba a su mesa a los nietos mayores. En La Chanca hay un plato típico del Jueves Santo llamado gallina deshuesada. Ignoro si en alguna casa del barrio se sigue haciendo; en las mesas públicas, desde luego que no. Si quieren la receta, está en "Recetas la mar de viejas", una publicación del Centro de Mayores Las Gaviotas. Si no lo encuentran, pueden recurrir a "Vivir para comer en Almería" y disculpen la autocita.

UNA BUENA TAPA

Por la costa de Levante son apeaderos posibles: el Solymar (Carboneras), por su famoso bonito ahumado y sus galanes. En Garrucha hay que ver la lonja (subastan por la tarde) y echar una tapa en la surtida barra de El Almejero. O sentarse y zamparse una cuajadera de jibia. Cerca, y ya citada, hay otra barra opulenta, la del Escánez, con una bodega lujosa.

Si no quieren ni oír hablar del mar, siempre nos quedará Terraza Carmona, barra espectacular y mucho más. Por cierto, le acaban de otorgar el sello MedDiet, de la Fundación Dieta Mediterránea.

Seguimos subiendo y, en Antas, los jóvenes que ahora llevan el veterano bar Mi Casa usan las afamadas verduras del Real de Antas.

En Huércal Overa, otro joven, Seni García, hace tapas modernas con buena cabeza en Las Nenas. Hace pocos años obtuvo el 1º premio en la especialidad.

En Vélez Rubio, siempre me gustó el taperío de Colombo, espero que siga en forma, hace tiempo que no voy. El Molino-Casa Porchás, en Vélez Blanco, sigue siendo un referente de la zona, aunque a veces usen verduras de lata. Más populares y caseras son las tapas del también veterano Bar Arturo, en Chirivel.

stats