Los mosquitos 'muerden' a uno y otro lado del Andarax
Los vecinos afectados por una plaga que se extiende a través de los vertidos residuales recogen firmas para presentárselas a la Junta
Es un tema manido, pero seguirá siéndolo hasta que alguien ponga remedio, porque la situación, sobretodo cuando aprieta el calor, se hace insostenible. No es nuevo el hecho de que que los municipios que se asientan en el entorno del Andarax realizan vertidos residuales al cauce y también es conocido que al no haber corriente de agua que haga de limpieza, el agua estacanda trae consigo malos olores y plagas de todo tipo, la más frecuente, la de mosquitos. El problema podría frenarse cuando la Junta de Andalucía termina la depuradora de El Bobar, algo en lo que no deben tardar mucho, pero mientras tanto, los mosquitos muerden en los barrios de la capital cercanos a este entorno natural, que deja de ser natural debido a estos inconvenientes, porque se convierte en un foco de problemas que es mejor ignorar y están siendo perjudicados barrios de la capital como El Puche, Vega de Acá, nueva Almería o Los Molinos.
Esto ha llevado a los vecinos de la zona a comenzar a recoger firmas en todos los formatos y soportes posibles, mediante la fórmula habitual de papel y lápiz y mediante las plataformas que ofrece internet.
El Ayuntamiento de Almería viene realizando la tramitación de una denuncia a la Junta de Andalucía, primero por el sufrimiento de vecinos y, segundo, por el gasto que tiene el fumigar en las zonas donde la gente está siendo cosida a picotazos. La Junta se ha venido defendiendo afirmando que son los municipios los que deben hacerse cargo de estos vertidos e intentar que no se produzcan y vuelve a mirar a la nueva depuradora como fin del problema. Desde la Junta apuntan a la Ley de Régimen Local, tras la modificación aprobada por el Gobierno central el año pasado, que asigna a las diputaciones provinciales la coordinación de los servicios de tratamiento de aguas residuales en los municipios de menos de 20.000 habitantes, "que es el caso de los municipios del Bajo Andarax". de la Consejería de Medio Ambiente, el hecho de que la Consejería de Medio Ambiente -en su afán de colaboración con los ayuntamientos de Almería y del Bajo Andarax- haya decidido asumir las obras de ampliación de la depuradora de El Bobar, no exime a dichos ayuntamientos de la responsabilidad de tratar sus aguas residuales. Y en este sentido, asegura que la Mancomunidad de Municipios cobra a sus vecinos por el servicio de depuración que, o no se presta en condiciones mínimas, o, sencillamente, no se hace.
Hay que echar un vistazo tanto a la Ley de Base de Régimen Local como la Ley 9/2010, de 30 de julio, de Aguas para Andalucía, para analizar los puntos en conflicto de una administración y otra. En el artículo 25 de la primera ley se otorga a los municipios la responsabilidad de actuar sobre asuntos de salubridad pública; en la segunda ley, en su artículo 13, se deja claro que la el saneamiento y recogida de las aguas residuales urbanas y pluviales de los núcleos de población a través de las redes de alcantarillado municipales. Sin embargo, en ningún artículo se hace mención a la obligación de los municipios a hacerse cargo de la limpieza de los vertidos residuales de otros municipios. Lo que sí queda claro, es que la Junta de Andalucía está obligada a realizar la limpieza de los cauces para evitar inundaciones y avenidas, y la recta final del río Andarax a su paso por El Puche deja bastante que desear en ese sentido.
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