Dos violentos ataques de una jauría de perros salvajes han acabado con la vida de más de 120 cabras e hiriendo a otro buen número de cabezas de una granja caprinas situada en el término municipal de Huércal-Overa, en las inmediaciones del hospital de La Inmaculada en la Rambla de San Isidro. El primer episodio tuvo lugar en la noche de Halloween, la víspera del 1 de noviembre, y fueron un centenar las cabras de otro rebaño que aparecieron muertas con evidentes signos de violencia y asfixia propia del intento de huida. El siguiente se ha producido en la madrugada del viernes con otra veintena de ejemplares brutalmente aniquilados posiblemente por la misma manada de perros.

Según han explicado vecinos de la comarca, con anterioridad también se han producido asaltos en corrales de gallinas sin que de momento las autoridades competentes hayan tomado cartas en el asunto. Los perros asilvestrados campan a sus anchas, sobre todo al caer la noche, ocasionando graves perjuicios económicos a los ganaderos del caprino de la zona que han pedido que se extremen las medidas de vigilancia y control para evitar nuevos ataques. En otros puntos de la provincia como el Poniente y Río Andarax también se han producido años atrás sucesos de este tipo provocados por perros salvajes sin propietarios y ni chip, lo que hace muy complejo su rastreo, que ponen en riesgo también la seguridad de las personas.