La mujer que despertó al mar

Eugín y su marido, Ramón, han regresado a Huércal de Almería desde Cuba, donde estuvieron durante seis meses · Cuenta con el carné oficial de la asociación Yuruba, que enseña con orgullo

La mujer que despertó al mar
La mujer que despertó al mar
Berta F. Quintanilla / Huércal

23 de febrero 2010 - 01:00

Cuenta que un día el mar se rebeló a su entrada. Que Yemayá, uno de los orishas africanos de los que ella es santera, estaba a su lado. Y es que éste es la fuerza del agua, del mar en calma y del océano despierto. Eugín es una persona llena de vida. En su casa, en Huércal de Almería tiene una habitación para desarrollar su jornada laboral. Hace algo de frío, pero coloca un radiador al lado del altar. Mira a la pared. Un "siéntate, por favor, ¿quieres café caliente?". Volver la vista atrás.

Fue en Casablanca, la ciudad del siempre nos quedará París, donde ella comenzó a practicar el palo. La brujería. Lo hacía porque su padre y sus ancestros se habían dedicado a ello toda la vida. Precisamente su progenitor le dijo que no lo hiciera. Así, entre la ciudad que encumbró a Bogart y Beni Ensar, frontera con Melilla, pasó buena parte de su infancia. Siempre a caballo con Almería, donde se trasladó con 13 años. Ayudar a los demás siempre estuvo presente en su vida, y quiso convertirlo en la tónica de la misma dedicándose a la sanidad. "Tiene nueve diplomas", dice su hija desde lejos. Poco a poco fue descubriendo que no era lo que le gustaba, que la práctica de la brujería era su pasión y comenzó a trabajar en su ciudad hace unos 8 años. "Estoy rallada como madre inquisa", señala Eugín. Toma la taza, bebe un sorbo de café y explica "es un ritual cubano a través de los orishas africanos". "Un juramento sobre una ganga, que no es más que un fundamento de brujo", resalta a su lado Ramón, su marido, también santero y de origen cubano. Tras este primer paso, marchó al país de su esposo donde fue nombrada santera. Fue hace 5 años. "Verdaderamente era algo que no me hacía falta, porque soy muertera espiritista". No obstante, decidió hacerlo "para reforzar más el camino espiritual". Para los que no estén muy duchos en la materia, hay que explicar que los orishas africanos tienen equivalencia con algunos de los santos nacionales. Así, Eleggua es el Niño de Atocha, Ochún es la Virgen de la Caridad del Cobre, Yemayá la Virgen de Regla, Obatalá Nuestra Señora de las Mercedes, Changó es Santa Bárbara y un amplio etcétera. A todos ellos les unen diversas historias, "pero son muy largas de contar", asegura Ramón. Sirven para lo bueno y para lo malo. "Para las mujeres, uno de los principales es el Cofá de Orula, y la mano para los hombres", manifiesta Eugín.

Ramón, a su lado, asiente. Él está rallado como Tata Enquisi Malongo, juramento brujo del palo cubano. Juntos hacen memoria. Cada vez son más los que recurren a la santería en la provincia. "Yo hago en casa arreglos de pareja, endulzamientos, abrir caminos, negocios o quito maldiciones y embrujos". Eugín lo tiene cada vez más claro. Por eso ejerce en dos sitios, en Almería y en Cuba, de donde ha vuelto tras pasar allí seis meses. "La gente tiene un concepto diferente de lo que está pasando, y puedo asegurar que en España hay más adeptos que en este país", recuerda. Por sexos, el hombre acude en más número que la mujer, y todos son de mediana edad. Debido a que la ética impera en cada una de sus intervenciones, no atiende a menores de 18 años. "Muchos vienen a mí cuando están desesperados de las líneas telefónicas 806, la mayor parte por problemas con sus parejas que generalmente soluciono". Una cosa sí tiene clara y es que "si quieren que funcione, deben hacer paso a paso lo que les digo, hay gente que no los siguen y ellos mismos se tuercen". En la provincia, aún así, sigue siendo pedida la tradicional tirada de cartas, los chamalongos y la llamada bajada de caracol. También cuentan con objetos para rituales traídos de Cuba, como es el caso de amuletos, collares, polvos, hierbas, palos o cascarillas "para echar todo lo malo que una persona puede tener". "Hay problemas que la gente piensa que no tienen solución, y al final se sorprenden cuando lo arreglamos", afirma. Para ello, es necesaria cita previa, llamando al número 666084822.

"Este año rigen Yemayá y Changó, lo que pasa es que se junta el mar y la tierra, y éste último es guerrero por naturaleza, la revolución entre los dos es muy fuerte", explica.

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