Gestionar un Ayuntamiento es, a grandes rasgos, lo mismo que una familia. Por esta razón, y en tiempos de crisis, la reducción de gastos se convierte siempre en una máxima. Una comparación que ilustra al Consistorio de Oria, que como los otros 101 de la provincia, escudriña con lupa las fórmulas para reducir los gastos municipales y entre ellos, los relativos a la factura eléctrica.

Pues bien, el de este pequeño municipio de algo más de 3.000 habitantes es un claro ejemplo de como apretarse el bolsillo ya que en tan sólo cuatro años -de 2007 a 2011- ha reducido a la mitad lo que paga al mes por el consumo de luz municipal.

Así lo atestigua su regidor, José Pérez, que afirma que "como fuimos despiertos para que no nos costara nada invertimos la primera partida económica del Plan E para cambiar las bombillas de vapor de mercurio por unas de bajo consumo, fuimos de los primeros municipios en Andalucía en aplicar esta medida".

Un hecho que les permitió sentar las bases para impulsar el ahorro energético que redunda proporcionalmente en el coste económico del servicio para un municipio extenso -cuenta con 242 kilómetros cuadrados- que tiene una problemática mayor: una población muy diseminada. "Tenemos que prestar servicios de alumbrado público a Oria, y a pedanías como la Rambla de Oria, la Ermita, Los Timoteos, Los Jacintos, Peñón Alto, La Granja, Peñón Bajo, Los Cerricos, El margen y La Fuente del Negro. Todas estas pedanías hacen que se precisen unos 1.500 puntos de luz lo que nos obligó a adoptar medidas para reducir los costes de la luz ya que tenemos los recursos contados", explica el alcalde.

Por esta razón, en 2007 cuando se puso en marcha el primer Plan E del Gobierno Central, desde el Ayuntamiento se destinaron 40.000 euros para cambiar el millar y medio de bombillas de vapor de mercurio por unas de bajo consumo de 45W. "Sólo mantuvimos una pequeña cantidad en la Rambla de Oria porque habían sido instaladas en 2004", matiza Pérez.

La inversión, que se realizó en base a una auditoria municipal que buscaba reducir en un 40% el consumo eléctrico, "nos permitió empezar a creernos que teníamos que ahorrar energía, pero sobre todo, para pagar los menos cuartos posibles en la factura energética. En cinco años amortizamos la inversión y empezábamos a ahorrar. En 2012 ya se amortizaba, pero fue una jugada redonda porque como fue una inversión del Gobierno Central, no gastamos un euro", señala el alcalde.

Tras esta actuación, el Ayuntamiento comenzó a instalar balastros en los tubos fluorescentes en distintos edificios municipales, medida con la que se redujo el consumo en un 8% más. "Pedimos ayuda a la Agencia Andaluza de Energía, y cambiamos todas las luces del colegio y el Ayuntamiento. La inversión rondó los 14.000 euros pero aquí si hubo inversión municipal y un 35% de la Junta".

Posteriormente, la Diputación Provincial planteó al Consistorio realizar otra auditoria energética. "Nos metieron en los famosos Planes de Actuación Energética Municipal (PAEM) y volvimos a hacer mejoras y ahora vamos a instalar entre 21 y 25 relojes astronómicos tras el convenio firmado hace unas semanas con la institución provincial que nos van a permitir reducir aún más el consumo energético".

En este sentido, José Pérez señala que este ahorro municipal "siempre redunda en los servicios que se prestan al vecino" aunque matiza que "no le supone ningún ahorro. Lo que si hacemos, es prestar un mejor servicio porque el ahorro que obtenemos lo estamos invirtiendo en instalar más puntos de luz. Hay pedanías que no tienen alumbrado público y lo que estamos llevando a cabo es colocar más farolas en aquellos lugares".

Es el caso de la barriada de La Alquería donde se instalarán próximamente puntos de luz en todo su término.