En el transcurso de las dos últimas décadas, la provincia de Almería ha presenciado una fascinante y compleja dinámica demográfica. En este periodo, el 43% de las localidades de la provincia han perdido población. Casi la mitad. Un total de 45 municipios han experimentado una disminución en su población, mientras que otros 57 han desarrollado un crecimiento demográfico, y un municipio, Tahal, ha logrado mantenerse estable en términos poblacionales.

El aumento de la población de Almería se sustenta gracias a la explosión demográfica en los municipios de la costa. Roquetas de Mar ha pasado de 53.815 habitantes en 2003 a 106.510 en la actualidad. El Ejido de 61.265 a 89.975 y Almería capital de 176.727 a 200.578. Solo entre estos tres municipios han sumado más de 104.000 habitantes, o lo que es lo mismo, más de la mitad de todos los habitantes que ha ganado Almería en las últimas dos décadas.

Pero hay otros municipios donde también han crecido exponencialmente sus habitantes. Adra ha ganado casi 4.000 habitantes, Arboleas más de dos mil, Benahadux casi 1.700, Cuevas del Almanzora ha aumentado su población en casi cinco mil habitantes, los mismos que Huércal de Almería, Garrucha en tres mil, Níjar ha hecho lo propio en más de 12.000 habitantes, Pulpí ha mejorado su número de habitantes en 4.000 personas y Vera es junto a Roquetas el municipio que más ha aumentado el porcentaje de su población pasando de 8.717 habitantes a los 18.919. Porcentaje tan solo al alcance de Roquetas de Mar. Ambos han duplicado su población.

Pero no solo hay crecimiento en los grandes municipios. En las últimas dos décadas, cabe destacar cómo diversos municipios pequeños de la provincia de Almería, que no superan los dos mil habitantes, han emergido como testigos de un fenómeno demográfico destacado: el crecimiento poblacional. Esta tendencia ha permeado a lo largo y ancho de distintas comarcas, revelando un dinamismo y vitalidad en la estructura poblacional de la región.

En la Comarca de los Filabres-Tabernas, Lucainena de las Torres, los municipios de Turrillas y Alcóntar han sido algunos de los municipios que han experimentado un aumento significativo en su población. Este fenómeno se asocia con la vitalidad de la comarca, caracterizada por su paisaje singular y atractivos naturales.

En la Comarca del Almanzora, Chercos, así como Albanchez, Armuña de Almanzora, Laroya, Lúcar, y Urrácal, han sido protagonistas de un crecimiento demográfico. Su posición estratégica en esta comarca ha contribuido a su transformación y consolidación como lugares en constante evolución.

La Comarca de la Alpujarra Almeriense, por su parte, ha sido escenario de crecimiento demográfico en Alhabia, Alsodux, Almócita, Bayárcal, Íllar, Santa Cruz de Marchena y Fondón, que refleja su encanto y atractivo, contribuyendo a la vitalidad de la región.

En la Comarca del Poniente Almeriense, Enix, así como Félix, han sido protagonistas de un crecimiento demográfico que refleja la pujanza y atractivos de esta comarca. Su ubicación estratégica en el Poniente Almeriense ha contribuido a su desarrollo.

Nacimiento, ubicado en la comarca que lleva su nombre, ha experimentado un incremento en su población, destacando su contribución al dinamismo de esta comarca. Santa Fé de Mondújar, en el Bajo Andarax, también ha venido ganando habitantes.

Casi la mitad de los municipios de Almería han perdido población en las últimas dos décadas. Son Abla, Abrucena, Albolodoy, Alcolea, Alcóntar, Alcudia de Monteagud, Alicún, Bacares, Bayarque, Benitagla, Benizalón, Bentarique, Berja, Canjáyar, Castro de Filabres, Chirivel, Cóbdar, Fiñana, Huécija, Laujar de Andarax, Líjar, Lubrín, Macael, María, Ohanes, Olula de Castro, Oria, Padules, Paterna del Río, Purchena, Rágol, Senés, Serón, Sierro, Sorbas, Suflí, Taberno, Terque, Tíjola, Las Tres Villas, Uleila del Campo, Velefique, Vélez-Blanco y Vélez Rubio.