La Navidad se abre paso entre los muros de 'El Acebuche'

La Navidad, con su carga de memoria y nostalgia, es un desafío emocional allí donde la libertad falta. Sin embargo, en el Centro Penitenciario 'El Acebuche', la educación y la humanidad han logrado abrir grietas de luz en la rutina carcelaria. Con la llegada del final del trimestre, el Centro de Educación Permanente (CEPer) Retamar ha impulsado unos días cargados de simbolismo, marcados por la convivencia, la creatividad y el valor transformador de la educación .

El punto álgido de estas celebraciones ha tenido lugar este mismo viernes, 19 de diciembre, cuando una comitiva muy especial ha recorrido las instalaciones. En un esfuerzo conjunto entre el equipo docente del CEPer y la Pastoral Penitenciaria, se ha llevado a cabo un recorrido por todos los módulos para felicitar las fiestas personalmente al alumnado y llevar el sonido de la Navidad a cada rincón . A los maestros, con la directora Rosario Martínez a la cabeza, y el coro voluntario se han sumado la subdirectora de Tratamiento, María del Mar Soriano; el capellán de la prisión, Manuel Navarro; y los trabajadores sociales, en una imagen de unidad que trasciende los roles habituales del centro penitenciario.

Uno de los momentos más conmovedores de la jornada se ha vivido durante la visita al módulo de mujeres. Allí, los villancicos y la cercanía del equipo han roto la dureza del encierro, provocando lágrimas de emoción en muchas de las internas. Para ellas, estas fechas son especialmente difíciles al vivirlas separadas de sus hijos y familias, y este gesto de normalidad se ha convertido en un abrazo necesario en medio de la ausencia.

Más allá de la música, el ambiente navideño lleva días instalándose en el centro gracias a la implicación activa del alumnado. Las aulas y zonas comunes han cambiado su fisonomía habitual gracias a la decoración y, muy especialmente, a los belenes elaborados con gran dedicación. Es en estos espacios transformados donde se demuestra que "la ilusión y el esfuerzo compartido no conocen barreras" .

La creatividad también ha tenido su espacio con el concurso de tarjetas navideñas y la entrega de los calendarios del próximo año, que lucen el logo ganador del proyecto Erasmus+, una iniciativa que conecta a los internos con Europa. Además, se ha diseñado una tarjeta institucional con un mensaje que resume la filosofía del CEPer Retamar: "La educación ilumina, acompaña y transforma; abriendo caminos incluso tras las rejas" .

Las celebraciones se han completado en la intimidad de las aulas con desayunos navideños ofrecidos por los profesores del CEPer, creando momentos distendidos de cercanía que el alumnado agradece profundamente. En definitiva, El Acebuche cierra el trimestre académico recordando que la educación sigue siendo una herramienta de esperanza y cambio personal, capaz de iluminar incluso los contextos más difíciles .

Una competición de fútbol sala entre módulos

La programación navideña en el centro penitenciario no se limita a las aulas. Según explica el director de 'El Acebuche', Nahum Álvarez, el espíritu de estas fechas ha impregnado la vida diaria de la prisión con actividades que buscan la normalización y el compañerismo. Además de la decoración y los belenes que visten ya todos los módulos, destaca una iniciativa especialmente emotiva: un grupo de internos de la Enfermería ha recorrido los distintos departamentos cantando villancicos, una estampa que el propio director califica de "muy entrañable" por la humanidad que desprende.

El deporte, pilar fundamental en la reinserción y el ocio saludable, también tiene su protagonismo. Para cerrar el año, se ha organizado una competición de fútbol sala entre módulos, fomentando la rivalidad deportiva sana y el trabajo en equipo como antídoto contra la rutina del patio.