Navidad en la nieve: Las sierras de Almería se ha convertido en un patio de juegos
Actividades en la alta montaña con empresas expertas, rutas senderistas más suaves en casi todos los pueblo, y un sinfín de posibilidades para el disfrute libre pese al frío y las precipitaciones
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La Navidad ha regresado este año a las sierras de Almería vestida de blanco, como si el tiempo hubiera decidido saldar una deuda pendiente. Tras muchos años de espera (hay quienes dicen que nueve desde que cayó bien la última vez), la nieve ha aparecido en plenos días navideños sobre la Sierra de los Filabres, Calar Alto, Sierra Nevada, Los Vélez y la Alpujarra, cubriendo de silencio y luz un paisaje que parecía haber olvidado ese antiguo ritual invernal.
Durante las últimas jornadas de Nochebuena, Navidad y los días posteriores, los copos han ido descendiendo sin prisa, posándose sobre los pinares, los caminos de montaña y las cúpulas del observatorio. El frío, seco y limpio, trajo consigo una calma especial. Esa que solo se siente cuando la nieve amortigua los sonidos y convierte la sierra en un lugar idílico. Los pueblos cercanos como Bacares, Serón, Gérgal, Fiñana, Abla, Las Tres Villas, Abrucena, María o Vélez Blanco miraban hacia lo alto con asombro, conscientes de estar presenciando algo poco frecuente en estas fechas desde hace tiempo, casi un regalo.
En Calar Alto la estampa fue especialmente simbólica. El blanco manto abrazó el punto más alto de la provincia mientras el cielo, despejado tras la nevada, recordaba por qué este enclave es uno de los grandes templos de la astronomía europea. Bajo ese cielo de invierno, la nieve parecía unir la tierra y las estrellas en una misma postal navideña.
Sin duda, esta Navidad ha devuelto a la sierra su rostro más puro y a muchos almerienses un recuerdo que creían perdido. Porque hay regalos que no se envuelven, y hay inviernos que, cuando llegan así, se quedan grabados para siempre. Y eso es precisamente lo que hicieron muchas familias ayer y en los días anteriores, grabar con fotos y vídeos momentos irrepetibles de estos días de vacaciones.
Durante el fin de semana han sido muchas las familias que no han querido perderse la oportunidad de disfrutar de este espectáculo de la naturaleza. “Es otra forma de vivir los días de descanso, en plena naturaleza y alejados del bullicio de la ciudad, de los comercios atestados de clientes en busca de artículos que regalar, de supermercados llenos de gente con carros hasta arriba de comida y bebida para cenas de fin de año”, señala Manuel que no dudó en subir a la sierra desde la capital con sus hijos y su perro.
Para los que deciden aprovechar esta nevada con niños, la sierra se ha convertido en un verdadero patio de juegos. Ayer mismo, a pesar de los cero grados centígrados que marcaba el termómetro a media mañana en las inmediaciones de Calar Alto y de la niebla, Los Filabres eran la opción perfecta para pasar el sábado. Decenas de coches estacionados en el arcén de la carretera, muñecos de nieve a cada paso, guerrillas de bolas con risas..., un ambiente que parecía sacado de un verdadero cuento de Navidad. Para muchos, incluso era la primera vez que pisaban un paisaje semejante. Que la Guardia Civil no dejara acceder a la zona más alta donde están las cúpulas del observatorio no impidió a los turistas bajarse de sus vehículos y en explanadas como cortafuegos o áreas como La Merendera, entregarse en cuerpo y alma a la nevada. Unos con trineos, otros con mascotas, pero casi todos con niños...
Los Filabres, con cero grados centígrados pero carretera limpia
A pesar de la niebla, de la amenaza de lluvia y de nieve, cientos de familias se adentraron ayer en los bosques de la Sierra de Los Filabres donde la Guardia Civil marcó el camino desde primera hora de la mañana. Prohibido el acceso a Calar Alto por prevención, pero el tránsito hacia Bacares, Serón, Gérgal o Abla estaba libre. La carretera abierta y un paisaje único.
En otros puntos como el Puerto de La Ragua, los excursionistas disfrutaban de rutas con raquetas de nieve organizadas por guías expertos como Nestor Waisen, gerente Kúspide Aventura, una empresa de multiaventura que desde la primera nevada de la temporada hasta que queda suelo cubierto de blanco, está los siete días de la semana dedicada a realizar actividades en alta montaña. Incluso a la vuelta de las vacaciones, con colegios e institutos como protagonistas.
Aunque el invierno puede poner desafíos al senderismo en las cumbres, existen también rutas más suaves en el entorno de prácticamente todos los pueblos. Son planes ideales para una salida familiar de día completo o para observar fauna y flora de altura, además de disfrutar de vistas espectaculares.
La de este año es una Navidad distinta que ha traído la nieve de vuelta y, con ella, momentos de alegría, juegos y asombro para las familias que han elegido vivir estas fechas en la sierra. Un plan alternativo ideal.
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