Almería

"Es necesario devolver a la Iglesia la frescura y el perfume del Evangelio"

  • Pedro Miguel Lamet, periodista, jesuita y escritor, analiza la figura y modo de gobierno de Francisco en el Centro de Pastoral Indalo Loyola

Frente a la eclesialización del cristianismo hay que recristianizar la Iglesia, devolverle la frescura y el perfume del Evangelio. Es el mensaje que dio el sacerdote jesuita y periodista Pedro Miguel Lamet sobre el nuevo pontificado de Francisco, "cuya figura es un estallido de alegría en lo que se podría denominar una primavera en la Iglesia", en la conferencia organizada por el Centro de Pastoral Indalo Loyola que dirige el jesuita Rafael Yuste, enmarcada en un ciclo sobre el Papa Francisco.

Conocer a este Papa puede ayudarnos a comprender muchas cosas de nuestra fe y del cristianismo, manifestó Lamet a un auditorio que abarrotó el salón de actos del Colegio Compañía de María. "Antes de ser elegido Papa, yo le escribí una carta a Dios, absolutamente utópica, con mis deseos sobre el nuevo pontífice. Yo pedía un hombre con sabor a Evangelio, con desprendimiento, pobreza y apertura; un hombre que traiga esperanza y libertad a la Iglesia y al mundo, sobre todo por su ejemplo, que no fuera tanto lo que dijera sino lo que viviera, lo que transparentara; que consiguiera acabar con las divisiones y corruptelas no sólo en el interior del Vaticano sino en toda la Iglesia; que no conciba la Iglesia como un castillo sino como una plaza del pueblo, porque Jesús estuvo en la calle, estuvo con la gente. También pedía en aquella carta que no sólo nos hable y nos guíe, sino que nos escuche, que llore con los que lloran y ría con los que ríen; que sepa ayudarnos a despertar y encontrar a Dios no como una póliza de seguridad, sino como una luz que da sentido; pero sobre todo que dé esperanza y optimismo".

Todo ello se produce gracias a la gran decisión de Juan Pablo II, continuó Lamet. Entonces aparece Jorge Bergoglio, el segundo más votado en el Cónclave de 2005 pero poco papable en el de 2013. Será el primer Papa de procedencia americana, primero que no ha nacido en Europa, Oriente Medio o norte de África; primer pontífice hispano desde Alejandro V, primero no europeo desde 1741 y primero perteneciente a la Compañía de Jesús.

El conferenciante realizó un repaso por la vida de Jorge Mario Bergoglio para presentar su trayectoria humana en la que destacó su formación, la entrada como novicio en la Compañía de Jesús en 1958, su ordenación como sacerdote en 1969 o su nombramiento como Provincial de Argentina en 1973, en el que permanecería durante seis años. "Su gran personalidad marcó la vida de la provincia jesuítica hasta el extremo de que le acusaron de dividirla, afirmó Pedro Miguel Lamet, quien igualmente destacó que durante la dictadura de Videla, Bergoglio escondió y ayudó a huir a un centenar de personas.

Una vez elegido Papa, el primer gesto es muy importante, al hacer su primera aparición pública sin los ornamentos propios. "Es sencillo como Francisco, eficaz y práctico como Ignacio y, como ambos, un hombre profundamente espiritual y austero, amante de la oración y de una Iglesia auténtica despojada de poder y opulencia que quiere estar en la calle con el pueblo de Dios".

Los primeros gestos de Francisco reflejan un nuevo estilo marcado por la cordialidad y por un nuevo plan de gobierno pastoral que implica "una Iglesia como hospital de campaña, que se ocupe de los pobres, de la periferia y de la calle, que se equivoca por hacer algo antes que una que enferma por quedarse encerrada", en palabras del propio Francisco. El Papa ha empezado a escuchar al pueblo a través de la Encuesta del Sínodo de la Familia y ha pedido a los sacerdotes homilías que anuncien más que recriminen. Lamet concluyó su exposición resaltando el diálogo de Francisco con todos, "con humildad, amor y sencillez".

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