"Es necesario implantar la enseñanza de la fotografía a nivel elemental"

El fotógrafo almeriense hace balance y reconoce que su idea tras conseguir el Centro Andaluz de la Fotografía era llegar a hacer la gran Universidad de la Imagen del Mediterráneo

Manuel Falces paseando por la Avenida Federico García Lorca, cerca de su casa.
Manuel Falces paseando por la Avenida Federico García Lorca, cerca de su casa.
Diego Martínez / Almería

08 de enero 2010 - 01:00

Es uno de los grandes fotógrafos del siglo XX. Ahora está en un momento feliz puesto que tras salir del hospital, se ha encontrado con la Medalla de Oro de la ciudad impuesta por el Consistorio almeriense y en próximas semanas una calle llevará su nombre. Hoy está en Venecia donde inaugura una exposición de fotografías que hizo hace 17 años a la compañía de teatro TAG en el Cervantes.

-Parece que vive un momento bastante interesante en su vida...

-Soy el Manuel Falces de siempre. Estoy en un momento que hay que aceptar tanto lo bueno como lo malo. Lo que importa es lo que queda al final del día, y en este tiempo he comprobado que prefiero quedarme como estoy.

-Cuando echa la vista atrás, ¿qué pasa por su cabeza?

-Sinceramente me queda poco tiempo para mirar hacia atrás, pero me gusta más mirar hacia adelante, y ante todo me gusta vivir el presente. Me gusta vivir el día que no es poco.

-¿Se puede decir que las ilusiones que tenía a los 20 años, hoy han cambiado?

-Son distintas. Cuando era niño vivía en un mundo de fantasías y de cuentos y con el paso de los años pues las ilusiones son otras, aprecias lo diminuto.

-¿Cómo se despertó esa pasión por la fotografía tras estudiar Derecho?

-Yo con la fotografía he vivido desde que era un niño. Para mí, la fotografía era una invención cuando yo iba con mi padre a hacer fotografías y reportajes. Me lo tomé más en serio a los doce años lo de la fotografía y en el Bachillerato era el fotógrafo de la clase, e incluso sacaba mi dinero vendiendo fotografías a mis compañeros.

-Creo que en Granada cuando hacia la carrera hizo miles de fotografías a parejas de novios...

-Hacía fotografías todos los días, fueron muchas parejas e incluso chicas que querían fotografiarse con la Alhambra de fondo. Fue un tiempo muy bonito, puesto que sacaba bastante dinero haciendo retratos.

-Se ha atrevido en fotografía con casi todo...

-Recuerdo una época en que hice muchas fotografías para revistas de decoración de Andalucía y luego para catálogos de empresas de Madrid. La fotografía de moda también la toque para una revista francesa.

-Cuando la fotografía no era tan considerada como hoy, usted ya escribía de ello en El País...

-En ese periódico tuve una tribuna durante muchos años, que entonces fue un hito, porque lo hiciera mejor o peor, fui el primero que llevo la fotografía a un medio masivo y con prestigio. Todas las semanas hablaba de fotografía, cuando precisamente la fotografía estaba minusvalorada en España. La fotografía en esa época, hablo de la Transición, estaba a la misma altura que la persona que se dedicaba a hacer jaulas. Estaba socialmente muy poco valorada la fotografía, hoy la cosa ha cambiado mucho.

-Hace años que viene solicitando que la fotografía llegue a las escuelas y universidades con su vertiente más académica...

-Es necesario implantar la enseñanza de la fotografía a nivel elemental. Aprendiendo fotografía aprendes física y química, aprendes estética, historia del arte, y sobre todo se aprende a mirar.

-Como se le ocurrió inventarse el proyecto Imagina que luego daría paso al Centro Andaluz de la Fotografía...

-Fue algo muy fácil. También es verdad que encontré a las personas adecuadas en el momento adecuado. Yo tenía claro que había que empezar por Imagina para llegar al Centro Andaluz de la Fotografía. Pero también ahora puedo decir que el CAF era un puente, puesto que lo que perseguía al final era crear la gran Universidad de la Imagen del Mediterráneo. Yo quería algo académicamente muy bien estructurado, lo que pasa es que la historia se dilató en el tiempo y las cosas fueron cambiando.

-¿Como podría valorar los 17 años que ha estado al frente del Centro Andaluz de la Fotografía?

-Han sido 17 años de mi vida, con mucha dedicación y trabajo. Creo que al final, algo ha quedado. En esos momentos creo que traje los mejores fotógrafos del mundo y encima éramos el espejo de un siglo que ya ha muerto. Ese tipo de fotografía se dio bien en ese momento, hoy la cosa ha cambiado.

-Usted es consciente de los cambios tan radicales que ha dado la fotografía...

-Ahora mismo estamos yendo hacia otra galaxia. La fotografía ha dado un giro de 360 grados y lo que se hace hoy no tiene nada que ver con lo que se expuso en Almería en los años 90. Aquello ya es historia.

-¿Le hizo especial ilusión conocer a Cartier Bresson?

-Con esta gente he aprendido muchísimo y me enriquecí mucho personalmente. Me adentré en las extrañas de esa fotografía.

-¿Conocer y trabajar junto a Valente fue algo muy grande para usted?

-Fue un lujo. José Ángel tenía un principio, y era que no le gustaba la camorra poética. Tenía una gran fidelidad hacia unos pocos y los demás los solía cabrear con mucho arte. Por principio, no le gustaba discutir con fotógrafos. Nosotros trabajamos en varios proyectos y había una gran amistad. Casi todos los días hablábamos y reflexionamos sobre lo que ocurría en el mundo. Era un hombre del que se aprendía mucho.

-¿En que está ahora trabajando?

-No paro de trabajar. Tengo un par de proyectos en marcha, que tratan sobre la fantasía y el realismo fantástico.

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