Esta noche solo quiero bailar y pasármelo bien

Al mínimo atisbo de música, Martina ya comienza a bailar y a menear su cuerpo. Se recoge el vestido, pone cara seria -hay que entrar en el papel- y... ¡Olé!

Son muchos los niños que, además de salir a subirse a los cacharricos, también disfrutan del ambiente con sus padres y que bailan en las colas de las atracciones en lasque pretenden subirse.

Con los preciosos trajes de flamencas que llevan, dan vueltas y observan cómo las faldas las acompañan con la música. Taconean, menean las muñecas y resuenan sus pulseras. Pero no hace falta que vayan vestidas para disfrutar de la música, ya que son mayoría los que mueven su cucu al son de las canciones a la última que ponen en las atracciones, con las luces a juego para ambientar tal y como si se tratase de una discoteca.

Nada tienen que envidiar a los más mayores, ya que todos estos niños van a disfrutar de una gran noche de atracciones, bailes, música y, lo mejor, de taxista incorporado: en cuanto se cansan, papá o mamá los llevan el carrito. En cualquier caso, los tacones son, con diferencia, más cómodos.

Y como con organización y paciencia da tiempo a todo, Martina disfrutó de una noche en familia de baile, atracciones y cena. Y así lo hicieron los demás niños, como el pequeño Ángel Moreno, que salió junto a sus padres, abuela y su primo Rusián Momchilov, que quería subirse en todo y disfrutar al máximo la noche de Feria que le quedaba por delante.