Almería

La noche del rayo decapitador

Era la madrugada del 5 de marzo de 2011, hace justamente cinco años. El cielo llevaba horas descargando con rabia sobre Vera, en una de esas últimas tormentas del invierno, antes de que llegase la benigna primavera. La lluvia había empezado a eso de las once de la noche, pero no cesaría hasta casi llegada la mañana.

En el silencio de la noche se escuchaban truenos y la lluvia golpeando el suelo. Pero, de repente, un estruendo ensordecedor despertó al municipio. Temblaron los cristales de las ventanas. Un rayo había caído cerca, muy cerca de las viviendas.

Hasta la mañana siguiente nadie supo lo que había pasado. Ese trueno colosal había sido resultado de un rayo caído en el Cerro del Espíritu Santo, la montaña que tiene todo el pueblo a sus pies. La gran figura del Cristo del Sagrado Corazón que domina la cumbre había recibido el impacto y había perdido la cabeza, que yacía a sus pies, partida pero con la cara completamente intacta. Una imagen impactante. El resto del cuerpo, de unos ocho metros de longitud, estaba completamente intacto.

Las fotografías rápidamente dieron la vuelta al país. Algunos medios a nivel nacional se interesaron por el curioso suceso. El famoso periodista del misterio, Íker Jiménez, le dedicó espacio tanto en su programa de televisión como en el de radio. "Un rayo decapita al Cristo de Vera", se podía ver y escuchar en programas como "Cuarto Milenio" o "Milenio 3", líderes de audiencia en sus respectivos medios.

Hubo quien no vio en el suceso nada más que una curiosa casualidad. Otros, quisieron pensar que era una señal de mal augurio. Los más optimistas lo consideraron un milagro, ya que el Cristo había evitado que el rayo alcanzase las casas que se apostan a los pies del cerro.

Durante los días siguientes al suceso, cientos de vecinos y curiosos de otras zonas quisieron acercarse para ver la enorme figura, que mira hacia el pueblo de Vera, completamente decapitada. En los primeros instantes, antes de que retirasen los restos de la cabeza, hubo quien subió al cerro para besarla y rezar al Sagrado Corazón.

Esta figura es el icono más representativo del municipio de Vera, situada en la cumbre del Cerro del Espíritu Santo desde el 17 de julio de 1948, siendo alcalde Francisco Cervantes de Haro.

La imagen puede verse desde cualquier punto del pueblo y las proximidades y se colocó sobre el lugar que ocupó la antigua ciudad de Vera, en honor a las personas que fallecieron en el terrible terremoto del 9 de noviembre de 1518, que destruyó por completo la ciudad, excepto la ermita y un aljibe, lo que causó que el emperador Carlos V ordenase la reconstrucción del pueblo en el llano donde se encuentra ubicada actualmente.

Poco después de esa madrugada en la que un rayo decapitó al conocido como Espíritu Santo de Vera, el Ayuntamiento procedió a restaurar la imagen, utilizando como modelo los restos de la cara anterior, luciendo el aspecto que puede verse actualmente.

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