La noche de verano es de Aguadulce

Ya es medianoche. Lejos de irse a dormir son muchos jóvenes los que deciden pasar las primeras horas del domingo junto a sus amigos, bebiendo y pasándolo bien. La actividad en las noches de verano de Aguadulce comienza a partir de que los relojes se ponen a cero, es entonces cuado menores y adultos salen de casa.

En el punto de encuentro para muchos, el ancla del Puerto Deportivo de Aguadulce hay tres parejas de Policía Nacional. Es el dispositivo de cada sábado por la noche y se distribuyen entre la zona del puerto, el 501 y los parques de alrededor.

Los agentes no multan a los jóvenes por el consumo de alcohol sino por la concentración de personas que lo consumen. La cuantía de la multa es la mínima, 150 euros pero cabe la posibilidad de abonar solo 75 euros si se paga en un periodo de 20 días desde que se cometió la infracción. También se castiga el consumo de estupefacientes en la zona del puerto y el paseo marítimo. Pocos minutos después de las 12 de la noche los seis policías se distribuyen. Comienza su trabajo. Es entonces cuando empiezan a verse las primera bolsas de plástico.

El repiqueo que sale de estas bolsas es constante y va al unísono con los pasos de los jóvenes que buscan alternativas relacionadas con el consumo de alcohol que portan. Muchos aseguraron que este es el primer año en el que el "botellón" ha desaparecido de forma radical. Lejos quedan ya las concentraciones de cientos de jóvenes en el paseo marítimo o en la playa ensuciando la misma arena donde unas horas más tarde familias con niños pasarían el domingo.

Una de las alternativas se encuentran en los coches. Pero los asfixiantes 30 grados de la noche impiden a muchos permanecer dentro de sus automóviles.

Otra posibilidad son las "fases". Así denominan muchos jóvenes a los bares que se encuentran al lado del conocido centro comercial 501. Estos bares se llenan cada sábado de adolescentes y jóvenes que buscan beber de forma barata para evitar los hasta 5 euros de muchas de las copas que se venden justo en la acera de enfrente.

Tercios a un euro. Cubos de cerveza a 5 euros. "Es donde la gente se pone a tono" cuentan los que pasan allí cada sábado. Más de 100 personas se congregan en los pocos metros cuadrados del patio donde se están los bares, alguno con nombre épico.

Los que no han llegado a tiempo para coger una mesa se sientan en el muro. Botellines, alcohol y abanicos. Son las 1:12 de la madrugada y la gente sigue llegando.

Predomina la cerveza y el tinto de verano pero son muchos los que se atreven ya con las primeras copas.

Diez jóvenes esperan en uno de los bancos que hay frente al puerto. Las luces de uno de las discotecas más famosas se reflejan en el agua. Vienen de Jaén, uno de ellos tiene un piso en Roquetas y esta, dicen, es la primera noche que salen. Esperan pasarlo bien.

Mientras, a 15 minutos de allí,en los pubs del 501 los porteros hacen criba para entrar. Ya no cabe más gente. Cumpleaños, despedidas de solteros... todos están aquí. El calor es asfixiante pero son muchos los que siguen entrando. A veces, las canciones exigen que el local se quede a oscuras y tan solo se puede ver el resplandor de las pantallas de muchos los móviles de los que allí se encuentran. Son las 3 de la mañana pero la noche no ha hecho más que empezar.