Instituciones penitenciarias

La nueva normalidad llega al centro penitenciario El Acebuche

  • Las mascarillas seguirán siendo utilizadas en una mayoría de los casos para evitar que se propague la covid

  • Todos los servicios y programas se desarrollan ya sin problemas

Las mascarillas seguirán siendo obligatorias, por ejemplo, en el reparto de comida que se realiza en los módulos de la prisión.

Las mascarillas seguirán siendo obligatorias, por ejemplo, en el reparto de comida que se realiza en los módulos de la prisión. / Rafael González (Almería)

Las mascarillas se han convertido en parte de nuestra vida diaria desde hace más de un año. Pero desde el pasado 26 de junio el Gobierno permite que no se usen en exteriores si se puede respetar la distancia de seguridad. Un paso hacia la denominada “nueva normalidad” regulado por el real decreto-ley 13/2021. Un texto en el que se atiende a las “especiales circunstancias del ámbito penitenciario”, apuntando que en estos centros es necesario que la regulación del uso de la mascarilla se adapte a las particularidades de las cárceles, así como a las necesidades de la población reclusa y de los empleados de estas instituciones. “Por ello, las decisiones en esta materia se atribuyen a la autoridad penitenciaria competente”, apunta dicho documento, precisando que “el uso de mascarillas en centros penitenciarios en los que haya movilidad de los internos, tanto en exteriores como en espacios cerrados, se regirá por normas específicas establecidas por la autoridad penitenciaria competente”.

En El Acebuche, la prisión de la capital almeriense, lo tienen claro. Lo primero es proteger a internos y funcionarios, por lo que “en el ámbito sanitario, la política sanitaria es la misma que antes”. Así lo apunta a este periódico el director de la cárcel, Miguel Ángel de la Cruz, quien señala que continúan las medidas sanitarias de uso de mascarilla, distancia social, higiene, etc. Precisamente, a finales de junio De la Cruz emitía una orden por la que se requiere a los internos que utilicen mascarillas higiénicas en todas las situaciones en las que tengan una relación directa o presencial con otras personas, excepto en el caso de indicación médica.

La actividad no cesa entre los muros del centro penitenciario El Acebuche de Almería. La actividad no cesa entre los muros del centro penitenciario El Acebuche de Almería.

La actividad no cesa entre los muros del centro penitenciario El Acebuche de Almería. / Rafael González (Almería)

Por ejemplo, deben usarla al salir y entrar de las diligencias judiciales o de atenciones sanitarias hospitalarias; si realizan actividades laborales en el centro; si participan en cursos de la Entidad Estatal Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo (EETPFE); acuden a la enfermería o salen de sus módulos. Es más, deben utilizar mascarillas quirúrgicas con mayor “poder de filtración” si presentan síntomas de covid-19, se encuentran en módulos confinados o desempeñan funciones en destino que requieren de una movilidad por el centro como el reparto de comida, limpieza de zonas comunes, etc.

Eso sí, sí podrán prescindir de esta prenda en un momento de descanso en los patios, siempre que no haya aglomeraciones, o paseando con la suficiente distancia. Pero la salud es lo primero en El Acebuche. Por eso, cuando se produce un nuevo ingreso o regresa uno de los internos de un permiso de salida, tiene que pasar unos días en cuarentena, en los que se le practicarán dos test, uno al entrar y otro al finalizar este periodo de aislamiento, para evitar que el virus que ha azotado al mundo pueda superar los muros del centro penitenciario.

Por lo demás, todos los servicios y actividades que pudieron ver interrumpido su desarrollo en los peores momentos de la pandemia, han regresado. Desde actividades culturales, a ejercicios en los gimnasios, a cursos de formación o tratamientos médicos o contras las drogas... Todo el catálogo de posibilidades que ofrece esta pequeña ciudad está a pleno rendimiento. Por ejemplo, también se han recuperado todas las comunicaciones con el exterior, incluidos los vis a vis... A excepción de las de convivencia, “con niños menores, porque suponían el agrupamiento con otras familias”, precisa el director de El Acebuche.

Como muestra de la recuperación del funcionamiento habitual de la prisión, bien vale como muestra el curso de verano de la UNED celebrado del 23 al 25 de junio bajo el título ‘Psicología y neurociencia a la búsqueda de preguntas para encontrar respuestas’, que contó con unos 40 alumnos, en concreto 37 internos, dos profesionales penitenciarios y un alumno externo. Un curso que supuso un curso un acercamiento al estudio científico del comportamiento y los procesos mentales, con las herramientas de la neurociencia en sus diferentes áreas de interés tanto en la investigación básica como en la aplicación práctica.

Aunque las aulas del Centro de Educación Permanente (CEPer) Retamar, desde las que los internos se forman en diferentes titulaciones oficiales, permanecerán cerradas hasta que comience el nuevo curso lectivo en septiembre, De la Cruz apunta que aquellos reos “a los que se les asigne tareas durante el verano, tendrán abiertos los espacios escolares durante estos meses estivales”. Y no serán muchos, porque los resultados acompañan y el curso ha finalizado con “buen éxito”.

Por lo demás, continúa la vacunación contra la covid en El Acebuche. Por ahora son ya unos 900 los presos inmunizados y en breve se sumarán otros 60, ya que se trata de una población que varía constantemente, debido a los nuevos ingresos y a la finalización de penas por parte de otros reclusos.

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