Más de 4.000 objetos perdidos en un año

El museo de los olvidos Decenas de artículos esperan a ser recogidos por sus dueños

Teléfonos móviles, llaves, maletines, bolsos, una bolsa de deporte, cientos de documentaciones, un carrito de bebé y hasta una dentadura fueron depositadas en el almacén de la Jefatura de la Policía Local de Almería

1. Un ciudadano busca en cajas repletas de llaves para ver si localiza las suyas que perdió hace cinco meses. Se las dejó puestas en la puerta de su casa y aún no las ha localizado. Es la segunda vez que va a la Oficina de Objetos Perdidos de la Policía Local de Almería para probar suerte. 2. En las dependencias hay estanterías repletas de artículos que aún no han sido reclamadas por sus dueños. 3. Roque Muñoz, agente del servicio de objetos perdidos con una caja llena de artículos. 4. Hay media docena de matrículas que los dueños, aún sabiéndolo, no han ido a recoger. 5. Lo más sorprendente de los extravíos es un carrito de bebé.
1. Un ciudadano busca en cajas repletas de llaves para ver si localiza las suyas que perdió hace cinco meses. Se las dejó puestas en la puerta de su casa y aún no las ha localizado. Es la segunda vez que va a la Oficina de Objetos Perdidos de la Policía Local de Almería para probar suerte. 2. En las dependencias hay estanterías repletas de artículos que aún no han sido reclamadas por sus dueños. 3. Roque Muñoz, agente del servicio de objetos perdidos con una caja llena de artículos. 4. Hay media docena de matrículas que los dueños, aún sabiéndolo, no han ido a recoger. 5. Lo más sorprendente de los extravíos es un carrito de bebé.
María José Uroz / Almería

20 de febrero 2011 - 01:00

Si acaba de perder su reloj, cartera o cualquier objeto que le pertenezca y tiene la suerte de que vaya a parar a la Oficina de Objetos Perdidos de la Policía Local de Almería tiene hasta dos años para recuperarlo. La citada oficina almacena en sus estanterías decenas de artículos que pueden estar en depósito dos años y un día, tiempo que tiene su dueño para recogerlo. De no ser así, se destruirán. Los objetos de valor se entregarán a las instituciones para que los distribuyan a los más necesitados.

Los datos de la Policía Local cifran en miles de objetos los que a lo largo del año pasan por la oficina, una media de 4.000 artículos, de los que se da salida al 90% gracias a la constancia de los agentes que trabajan en este servicio.

A lo largo del día pueden visitar las dependencias alrededor de una quincena de personas con las esperanzas puestas en que van a recuperar aquel objeto preciado que extraviaron y que algún alma caritativa entregó a las autoridades. Unas veces la visita resulta un éxito, y otras no tanto, pero como indicaron a Diario de Almería Roque Muñoz y Manuel Gil, agentes del servicio, "lo más gratificante de este trabajo es ver la cara de satisfacción de quien vuelve a ver su móvil, sus llaves o su bolso que pensaban perdido".

Un carrito de bebé, una bolsa de deporte llena de balones de fútbol, decenas de gafas de sol, bolsos, carteras, cientos de documentos como DNI, tarjetas sanitarias..., llaves, móviles e incluso un router wifi sin estrenar son sólo algunos de los objetos que en la actualidad esperan con paciencia en las estanterías a que su dueño los reclame. Pero sin duda, ha sido una dentadura postiza y mellada, el artículo más extraño que ha llegado a manos de estos agentes. Un objeto que después de pasar dos años en la oficina nunca llegó a entregarse a su dueño y que tuvo que ser sacrificado en la máquina destructora. Manuel Gil y Roque Muñoz recuerdan su estancia en las dependencias como "la más anecdótica y graciosa".

En 2010 fueron más de 600 los informes o actas que se redactaron, algunos de ellos referentes a varios objetos, puesto que un bolso de mujer, por ejemplo, puede llegar a tener la friolera de diez o doce objetos que entran en un mismo informe.

Otro caso que Roque recuerda con cariño es la entrega a su dueña, hace años, de un monedero que contenía 800 euros en metálico. Fue un indigente quien la llevó a la Oficina de Objetos Perdidos sin apoderarse de un sólo euro. El ciudadano demostró su honestidad y puso en valor el dicho de que la apariencia no es el reflejo del alma.

Lo mismo ocurrió hace apenas dos días, cuando dos jardineros del Ayuntamiento de Almería hallaron tirada en el suelo la cartera de un hombre, en cuyo interior, además de documentos personales, había dinero en efectivo. Los trabajadores la entregaron de inmediato a una patrulla de agentes que pasaba por la zona y en menos de una hora el titular la tenía en su poder.

El beneficiado felicitó y recompensó en persona a los trabajadores por su gesto de honradez.

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