La villa de Níjar celebró el pasado fin de semana sus fiestas de otoño. Las de la tercera semana de septiembre. Los nijareños llevaban dos años sin el bullicio alrededor de la Glorieta y las ganas de diversión se notaron. Hubo reencuentros y abrazos entre parientes y amigos, muchos, que regresaron de sus lugares de residencia. Quien es de Níjar, aún ausente, fomenta y mantiene sus raíces durante toda la vida. Siempre ha sido así, aunque el pueblo y los festejos hayan evolucionado con los tiempos.

La feria, antaño de ganado, es de las más antiguas de la provincia. En 1919 se mantenía durante todo un día la compra y venta de animales, pero el alcalde introdujo festejos como la elevación de globos, fuegos artificiales, veladas y dianas. En 1923, el presidente de la Corporación, Matías Ruiz Maruenda, potenció los eventos lúdicos y contrató para los desfiles a la Banda Municipal de Música de Almería. Hace 40 años, en 1982, Níjar la organizó entre los días 23 al 26. Ya era alcalde Joaquín García Fernández, del PSOE, y el concejal Francisco López Cazorla presidente de la comisión de fiestas, que pertenecía a la “Agrupación de Electores”. Ambos diseñaron un programa lúdico y recreativo que atrajo a un montón de vecinos de otros lares.

Aquella villa de Níjar de hace cuarenta años nada tenía que ver con la actual. La agricultura estaba en plena expansión, pero la ausencia de infraestructuras y servicios limitaban el empuje de los hombres y mujeres de negocios y del propio Consistorio. No había autovía, reducidas inversiones estatales, el agua escaseaba y las redes telefónicas eran idénticas a las de lustros atrás porque se carecía del servicio automático; es decir, había que llamar a una telefonista para que marcara al abonado de Níjar y te pasara la conexión. Así, por ejemplo, el taller de fontanería de los Hermanos Nieto tenía el número de teléfono 16; “Muebles Garrido” tenía dos líneas, la 104 y la 42; “Mesón el 21” era el 275; Los Hermanos Montoya “Cachuletos” y su almacén de uralita, el 105 ó el concesionario de Renault de Fernando Martínez Giménez, el 90. “Póngame con el número 239 de Níjar…” y la operadora te enlazaba con Francisco Torres Nieto, que distribuía las bombonas de gas butano. Así era.

Reina y damas Níjar 1982

Aquel año, el pueblo aún carecía de servicio telefónico automático

Aún con dichas cortapisas y como los recursos municipales eran muy limitados, el Ayuntamiento diseñó una estrategia por la que innumerables tiendas y comercios aportaron distintas cantidades para engrandecer esos días de asueto. Unos solo llegaban a los veinte duros, pero otros entregaron varios miles de pesetas. A cambio, sus nombres ocuparon páginas enteras del programa oficial de feria, impreso en “Gráficas Sáez” de Almería. El alcalde tiró de listado y, junto con los empresarios locales, contactó con otros de la tierra o vinculados a ella, que abrieron sus negocios en la capital o abajo, en la campo: “Autocares Bernardo” y “Viajes Cemo” de la familia Hernández Buendía; Ramón Caparrós Requena y su restaurante “Costamarga”; “Piensos La Foca”; los seguros de Andrés Alonso Piñero; “Montajes Miras”; “Novedades Nicasia”; “Viuda de J. Sánchez de la Higuera”; “Alsina Graells Sur”; “Café San Isidro”; la carpintería “Ferrándiz y Camacho”; “Autoescuela Cerezuela”; “Almería Musical” de Antonio Sánchez Cortés; “Ferretería La Cadena”; “Muebles González” de Campohermoso; “Cristalería Costasol”; Diego Ramos Mañas y su ferretería; “Piquer Hermanos SL”; Onofre Borbalán Andújar (1944-2017) que tenía su negocio inmobiliario en La Cañada o los constructores Francisco Pérez Bordalás, Diego Moreno Camacho, los “Hermanos Cabrerizo”, Antonio Lacasa Cañadas, Manuel Nieto García y Francisco Requena.

Y, claro, los establecimientos del pueblo que se beneficiarían del movimiento de gentes por la feria también aportaron unos cuantos billetes. El hostal de José Montes Bonillo; el “Bar La Unión”; “Bar La Estrella” –especializado en pollo y conejo-; “Casa Pepete”; la estación de servicio de Pérez Vargas; el “Spar”, la carpintería “Las Eras” de Rodrigo Muñoz Muñoz, la “Fontanería Perales” de Juan Antonio Hernández Segura o el vendedor ambulante y de “Confecciones “Rosabel” Pedro López Morales. Los locales de diversión, música y ocio tampoco quedaron atrás: “Autopista Sol y Mar” de Antonio Segura Hernández; la discoteca “La Pradera” con sus cuatro pistas”; el “Nixar Pub” de la Glorieta; “Pierrot”, que era un disco-pub pero con pista de baile o el “Concierto Pub” de Manuel Lores.

Reina infantil Níjar 1982

En 1982 aún existían en Níjar innumerables talleres y tiendas de artesanía, jarapas y cerámica que igualmente donaron lo suyo: “Nuestra Señora del Rosario”; Rafael García García; “García Solís”, que aprovechó la feria 82 para abrir una exposición de objetos de regalo; el taller de vidrio de Ángel Lores; Ramón Soler García, que elaboraba tejidos de artesanía; los Hermanos Góngora que se publicitaban como “expertos en cacharrería”; “La Deseada” de Manuel Granados o “San Marcos”. Hasta la funeraria de servicio permanente “Virgen del Carmen” de “Los Pinantes” efectuó una contribución para aquellas fiestas de hace cuatro lustros.

Cuando un municipio iniciaba su expansión económica -como entonces Níjar- las entidades bancarias lo detectaban mucho antes de que las pesetas comenzaran a circular y se dejaban caer con oficinas de atención al público. Pues también ayudaron al erario público: el Banco de Jerez, que estaba en la antigua calle Queipo de Llano, 1 lucía el hexágono con la abejita de Ruiz Mateos y en el interior su lema: “Cada cliente, un amigo”; el Banco Español de Crédito (Banesto) que en Níjar villa tenía una de sus 19 sucursales en la provincia; el Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Almería o la Caja Rural Provincial, hoy Cajamar, que con su lema “Al servicio del campo almeriense” estaba ubicada en la Plaza García Blanes y su teléfono era el 238.

Claro, con tanta gente volcada con el pueblo ayudando con dinero, el programa de actividades fue intenso y de calidad. Además del esperado torneo de “subasta”, hubo campeonatos de tenis, tiro al plato, tenis de mesa, ciclismo, ajedrez, fútbol y fútbol sala. En la faceta cultural el Ayuntamiento organizó una exposición de José Godoy, conciertos de la banda de música y de la rondalla, bailes del grupo “Amanecer”, un certamen de flamenco… y por las noches verbenas hasta las tantas con la orquesta “Esencia”.

Portada libreto fiestas Níjar 1982

La cabalgata anunciadora de las fiestas sirvió para coronar a la reina de las fiestas y a sus damas de honor. En 1982 reinó la señorita Carmen López Nieto con sus damas de honor, María del Mar Nieto García y Emilia Piedra Montoya. La reina infantil recayó en Ana Belén Góngora Pérez y las damas infantiles fueron María Dolores Martínez Pérez y Gemma María Garrido Ibáñez.

En definitiva, en Níjar, hace 40 años, se vivieron unas fiestas magníficas con la aportación altruista de muchísima gente. Seguro que perdurarán como un recuerdo entrañable entre quienes tuvieron la suerte de echar un baile en la Glorieta o comer una morcillica al relente nijareño.