Almería

La danza oriental y la traca ponen punto y final a la Feria

  • El Paseo y la Era del Lugar se han convertido estos días en los protagonistas

La Feria del Mediodía de Antas estaba concentrada ayer en el Paseo de Antas, llenito principalmente de juventud atizándose con tapas o migas con chorizo y pimientos, algunos abuelos se sentaban a la sombra en los bancos de madera. Apenas ningún forastero, la fiesta era en Antas y de los antusos, el bullicio de los visitantes de otros lugares se quedó en el fin de semana pasado.

En el recinto ferial un cocinero partía la carne en trozos pequeños para los pinchitos morunos; algo más lejos los camareros comenzaban perezosamente el ritual de colocar mesas y sillas con el sol todavía fundiendo la sesera. Los que aún no cumplen los veinte se retiraban a sus casas. Algunos comentaban entre sí la cantidad de veces que se duchaban al día. Uno de ellos aseguraba que cada vez que se cambiaba de ropa; otra, que cuatro duchas diarias no se las quitaba nadie; un tercero, según su decir, no saldría de la ducha.

El pasacalles, amenizado por la Asociación Musical Azahar de Antas, se hacía de rogar, vamos que nos vamos. Mientras, las chicas se acicalaban para las cintas: "oye, que no tenemos tiempo para cambiar de ropa, que a las siete tenemos que estar en la Plaza del Ayuntamiento". Poco a poco el paseo se vaciaba de gente, quedaban los que se habían clavado los pies al suelo por aquello de no dar un traspié y romper el vaso.

De las calles perpendiculares al Paseo asomaban las familias camino de la Era del Lugar a ver la Corrida de Cintas. Para las Cinteras llegaba el momento de la verdad "mi chico va a coger la cinta en bicicleta" ¿y si no la coge? "la cogerá, mi chico es genial para eso".

Ya en la noche la Misa Rociera en el recinto Ferial con la actuación del Coro Parroquial de Antas. Después la danza oriental de Marcela Belly Dance, amén de la verbena. Y a las tres de la madrugada la traca final de las fiestas que si no la oyó es que tiene buen dormir. Por último, el traslado de la Santísima Virgen de la cabeza desde la Era del Lugar hasta la Iglesia Parroquial.

Como cantó Romero San Juan "Dios hizo el mundo en seis días y al séptimo descansó".

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