"Mi padre me enseñó todo lo que sé"

PROTAGONISTA

Mar Perceval pasaba todo el tiempo junto a su padre, Jesús de Perceval. Le acompañaba a todos lados, por las tardes asistían juntos a las tertulias en Café Colón y siempre le ayudaba a revelar las fotografías en el laboratorio de su casa.

Mar Perceval.
Mar Perceval.
Rubén García Felices

12 de noviembre 2023 - 06:00

María del Mar Pérez de Perceval de la Cámara, más conocida como Mar Perceval (Almería, 1947), es hija del artista almeriense Jesús de Perceval, con nombre de nacimiento Jesús Pérez de Perceval del Moral (Almería, 18 de abril de 1915 – Almería, 2 de octubre de 1985), Académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, Hijo predilecto de la Ciudad de Almería, creador del Indalo (el signo de identidad almeriense) y fundador del Movimiento Indaliano (surgido en la provincia en el año 1943). Un artista polifacético que en 1934 recibió la Medalla de Oro de la Exposición Regional de Andalucía celebrada ese año y dos años más tarde, en 1936, obtuvo el galardón homólogo en la Exposición Internacional de París. Perceval, una de las personalidades más activas y dinamizadoras del empobrecido panorama cultural almeriense durante la posguerra. Fue pintor, escultor, arqueólogo y fotógrafo, además de autor, escritor y crítico en las páginas de la mítica revista AFAL (donde sus imágenes ocuparon interiores y portadas), y está considerado uno de los grandes artistas almerienses de todos los tiempos. Mar, que vivió parte de esa época de su padre, habla de él con orgullo, entusiasmo y naturalidad.

R. G. F.: ¿Cómo era su padre como persona y como artista?

Mar: Mi padre era una persona muy abierta y muy paciente, pero sobre todo servicial, siempre estaba dispuesto a ayudar a todo aquel que lo necesitaba. Como artista fue un trabajador incansable.

R. G. F.: ¿Cómo fue su infancia y juventud junto a su padre?

Mar: Toda la vida he estado junto a mi padre. Sus amigos eran mis amigos y los que quedan vivos lo siguen siendo. De jovencita yo dormía en su estudio, en el camarote, como yo le llamaba, y su biblioteca era la mía, donde tenía muchos libros para leer. El me enseñó todo lo que sé. Le acompañaba a la arqueología (me viene a la memoria un día que le dio una insolación y tuve que rociarle con agua la cabeza), a los viajes y a donde fuera. Por las noches siempre íbamos al Café Colón de Almería y allí nos reuníamos en tertulia con más gente. Desde allí solíamos partir de viaje con la moto con relativa frecuencia para conocer lugares que habíamos escuchado y que queríamos ver y visitar. Yo era su paquete en la moto, iba con él a todas partes. Siempre estaba a su lado, muchísimo más que mis otras hermanas. Recuerdo cuando era chica que hacíamos teatro en el jardín de mi casa y que venía todo el barrio. Mi padre ponía la música y a veces nos pintaba la cara a la gente que actuábamos en las funciones. Por otra parte, mi abuela nos hizo a mi familia y a mí dos o tres muñecos para hacer historias con ellos. Era otra época, la gente vivía prácticamente en la calle o en los terrados de sus casas, además de eso todo el mundo dormía con las puertas abiertas sin miedo alguno. Así era la vida en Almería. También me acuerdo que mis hermanas y yo jugábamos con tirachinas, espadas y escudos que nos fabricaba mi padre, era todo un artesano.

R. G. F.: ¿Trabajó con él?

Mar: Sí, en su taller. Tenía mi sueldo semanal, y mis jefes eran José Beltrán (Felipe, como todos le conocen) y Emilio López Úbeda, apodado "Emilio el moro".

R. G. F.: ¿Cómo se vivía el cine en su casa?

Mar: Muchos cineastas cuando venían a Almería pasaban por mi casa. Y mi tío José María se hacía cargo de cuantiosas películas que se filmaban por aquel entonces en la provincia. Es curioso, pero mi padre fue el fotógrafo de la primera película (un documental) que se rodó en Almería en el año 1939, al finalizar la guerra civil española, aunque en esa fecha yo no había nacido. Más tarde se hizo un documental sobre el barrio La Chanca con sólo fotografías de mi padre, Nonio Parejo fue el director. Yo le dejé los negativos de las fotografías para que los usara. El documental fue presentado en el Museo Arqueológico de Almería (la fecha no la recuerdo).

R. G. F.: Centrémonos ahora en la fotografía que es lo que más me interesa. Su padre, ¿cuándo empezó a hacer fotografía?

Mar: Empezó a hacer fotografía de pequeño, con cámaras de fuelle. (Me muestra con orgullo una foto de su padre en la que aparece bastante joven con una cámara de este tipo en sus manos).

R. G. F.: Fue la suya una fotografía libre.

Mar: Sí, totalmente. Él hacía la fotografía que le interesaba en cada momento, ya sea de alguna cara que le atrajera, de algún gesto expresivo o de algún paisaje que le cautivara, por poner unos ejemplos. Nunca trabajó en series, hacía fotografías de lo que le gustaba, tanto en blanco y negro como en color.

R. G. F.: Usted pasaba mucho tiempo con él en el laboratorio, revelando sus fotografías.

Mar: En el laboratorio no había horas, sólo mucho trabajo que hacer. Yo revelaba con él las fotografías, y después nos íbamos siempre al Café Colón.

R. G. F.: ¿En qué más usted le echaba una mano?

Mar: Yo le solía preparar dos o tres cámaras fotográficas con carretes cuando viajábamos. Él siempre llevaba encima varias cámaras. Y cuando se le acababa un carrete cogía otra cámara para continuar haciendo fotografías.

R. G. F.: ¿Cuántas exposiciones de fotografía se han realizado hasta la fecha de Jesús de Perceval?

Mar: Una vez fallecido, su obra fotográfica se ha expuesto solo en dos ocasiones. La primera exposición se realizó en 2009 en el Castillo de Santa Ana de Roquetas de Mar, bajo la organización de Juan Manuel Bonet, en ese momento director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid. La muestra se llamó "Fragmentos de una vida que pasa" y en ella se recogieron algunas de sus fotografías que datan de los años 40 y 50. Pero dos años después, en 2011, estas mismas fotografías se volvieron a exhibir en este lugar, en una nueva muestra titulada "Fragmentos de una vida que pasa... y objetos que quedan", manteniéndose desde ese momento en que se inauguró como exposición permanente en la primera planta del castillo. Y la segunda exposición, "Jesús de Perceval. Memoria fotográfica", se llevó a cabo en el año 2010 en el Centro de Arte Museo de Almería (CAMA). Una vez finalizada, dejé a Juan del Águila de Unicaja que me guardara todas estas fotografías, y ahora están en la colección de la Caja de Ahorros Ronda de Málaga, y con esas fotografías están haciendo diferentes exposiciones por toda Andalucía.

R. G. F.: ¿Siente debilidad por algún fotógrafo almeriense actual?

Mar: Me parecen buenos fotógrafos almerienses Benjamín Soriano, Adolfo Olmedo Villarejo, Chema Artero, Pedro García, etcétera.

R. G. F.: ¿Algo más que usted quiera decir?

Mar: Almería me ha desilusionado totalmente, porque aquí hay y ha habido muchos artistas interesantes que las instituciones los tienen completamente olvidados. Además, antes en la escuela se les enseñaba a los niños de verdad, y ellos aprendían y conocían nuestra cultura, no como ahora. Los niños y niñas de ahora no conocen a nadie.

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