La palmera, una especie que Medio Ambiente mima todos días del año
La limpieza, poda o el mantenimiento se realizan a lo largo de todo el año · Desde que el picudo rojo acabara con centenares de especies, el fumigado es una tarea primordial sobre todas las palmeras
Enero, febrero, marzo,... durante todos los meses del año las palmeras de la capital almeriense reciben numerosos cuidados por parte de los trabajadores del área de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Almería.
Fumigado, poda, limpieza, cuidado o colocación de nuevas unidades. Son algunas de las muchas tareas que desempeñan los equipos destinados al mantenimiento de esta especie. Quitar hojas secas, limpiar las palmeras es una de las tareas que se repiten a lo largo del año varias veces. Para retirar las hojas secas de la palmera o para limpiarlas, los operarios utilizan una plataforma conocida como bicicleta que se eleva y hace más cómoda la labor. Asimismo, disponen de otra plataforma que también asciende y en la que se lleva a cabo la poda.
El grupo de trabajadores que desempeñan ambas funciones ya son especialistas en las mismas a las que se dedican desde hace más de cuatro años. En lo que se refiere a la poda, es principalmente en los meses de verano cuando se procede a la misma. Una de las zonas en las que se se concentran casi 800 unidades es la Rambla Federico García Lorca. Cada año durante la época estival se realiza la poda de todas estas palmeras con un doble objetivo. En primer lugar preparar la ciudad para la celebración de la Feria de Almería, y en segundo lugar por seguridad, ya que las palmeras acumulan muchas hojas secas y para evitar que se pudieran desprender, se procede a su retirada controlada.
Del mismo modo los operarios que se encargan del mantenimiento de Parques y Jardines, realizan en este período la poda de las palmeras de la plaza de la Catedral. En lo que al fumigado se refiere, aunque siempre se ha realizado de forma periódica, los cuidados en este sentido son mucho más estrictos tras los desastres ocasionados por el picudo rojo. Una plaga que se cobró la vida de cientos de ejemplares de la ciudad que tuvieron que ser renovados y otros que a día de hoy continúan con tratamiento específicos. Cabe señalar que es diferente, dependiendo de si la palmera ha manifestado síntomas de la enfermedad del picudo rojo o no.
En aquellas que no la hayan sufrido, se procede a realizar un tratamiento preventivo que consiste en inyectar en la raíz un caldo preparado con 200 centímetros cúbicos de imidacloprid en 100 litros de agua.
Por otro lado, en aquellas palmeras que se encuentren infectadas, además de la inyección de la raíz, se ha realizado una pulverización del cogollo y en este caso la preparación del caldo ha contado con el doble de producto químico, es decir, 400 centímetros cúbicos por cada 100 litros de agua.
El tratamiento contra el temido insecto se repite periódicamente cada seis meses. Desde que comenzó a realizarse este especial cuidado en febrero del año 2009, se puede afirmar que la plaga en las palmeras está prácticamente controlada.
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