Almería

Una pareja que engendró el western cómico en Tabernas

  • La reciente muerte de Bud Spencer rompe el tándem encumbrado con la trilogía de Trinidad desde el desierto

La vuelta a la provincia de Mario Girotti, cuyo nombre artístico es Terence Hill, está envuelta de la melancolía de un tiempo en el que engendró un género insólito para el cine, la comedia llevada al far west. Lo hizo con el recién fallecido Carlo Pedersoli (Bud Spencer) formando un tándem que se convirtió en la pareja más popular del séptimo arte italiano en las décadas de los 70 y 80. El desierto de Tabernas se había convertido años atrás en sucursal del salvaje Oeste, gracias sobre todo a las cintas de Sergio Leone y su spaghetti western, pero no se conocía hasta entonces ningún formato tan original y divertido, a la vez que exitoso, como el de la violencia cómica sin sangre ni muertes pero con una gran dosis de mamporros.

"Fue una invención mundial", reconocía el actor fallecido en una de sus últimas entrevistas en El País. Y cita, como ejemplo, el rechazo que tenía entre los productores la Trilogía de Trinidad que acabó siendo un hito del cine porque le veían mucho diálogo y poco acción. La pareja rota hoy por la ausencia de Bud Spencer, a la que ya no se podrá hacer el homenaje conjunto que le debería haber dado esta tierra, logró marcar una época desde el desierto almeriense. Y nunca lo olvidaron. El reciente testimonio de Spencer deja bien claro lo que en su día encontraron. ¿Cómo era Almería?, le preguntaron. Y su respuesta fue la siguiente: "Era la luna. Había un tren que nunca llegaba. Íbamos a Madrid y luego en coche, tremendo". El grandón y fuertote que aterrizó en el cine después de ser nadador olímpico, trabajador de embajada, licenciado en Derecho y Sociología, cantante, compositor y muchas más cosas, afirmaba que "la provincia era el fin de una España poco poblada aún. Eso sí, su gente era extraordinaria, magnífica, verdadera, amable, sensata, única, simpática..." Nadie podría vender mejor la provincia en la que se hizo célebre esta pareja tan popular comiendo judías pintas y repartiendo guantazos. Siguieron viéndose hasta la reciente muerte de Spencer. "Viene a veces a comer spaghetti con tomate, porque en su casa su mujer no le deja, tiene que guardar la línea", decía el actor que siempre dijo que no era actor.

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