Almería

El parque de La Hoya en obras el mes próximo con burros entre el equipo

  • La explanada se convertirá en un jardín con acequias, respetuoso con la muralla de la Alcazaba. Los animales servirán para replantar las chumberas

Maqueta virtual de Kauh Arquitectos para el proyecto ‘parque Jardines Mediterráneos’ de La Hoya.

Maqueta virtual de Kauh Arquitectos para el proyecto ‘parque Jardines Mediterráneos’ de La Hoya.

Después de décadas en el tintero –la idea de crear un parque en la explanada de La Hoya es tan vieja como el siglo pasado–, la llanura situada entre la Alcazaba y el Cerro de San Cristóbal comenzará a estar en obras el próximo mes de noviembre para poder abrir al público, en 2023, este jardín mediterráneo, de albercas y arbolado autóctono, respetuoso con el patrimonio, tanto con los restos arqueológicos del subsuelo como con las murallas del conjunto monumental que lo bordean. Tanto es así que entre los medios contemplados en el planning de trabajos se encuentra el empleo de burros para poder ascender a la ladera de la Alcazaba y recuperar la estampa de chumberas que la cochinilla del carmín devoró años atrás.

Una vez que sean adjudicadas las obras por importe de casi 2,7 millones de euros, la empresa seleccionada por la Mesa de Contratación, la unión temporal constituida por las constructoras almerienses Jarquil y Copsa, emprenderá los trabajos en apenas unas semanas, según la previsión trasladada por la concejal de Urbanismo e Infraestructuras, Ana Martínez Labella, que podrá ver el inicio de esta actuación proyectada por el equipo de arquitectos Kauh, ganador del concurso de ideas fallado allá por el año 2010.

Vista general de La Hoya con una superficie de 42.600 m2. Vista general de La Hoya con una superficie de 42.600 m2.

Vista general de La Hoya con una superficie de 42.600 m2. / Rafa González

En los últimos meses, los arquitectos Juan Antonio Sánchez y Vicent Morales han venido dando forma a esa idea inicial, de la que se han suprimido elementos como la edificación del centro de interpretación o la instalación de un elevador hasta la misma Alcazaba en respuesta a las pautas marcadas por la Consejería de Cultura. El respeto patrimonial, tal y como explicaron los arquitectos en junio, es la piedra angular de este proyecto que ha sido bautizado como ‘parque Jardines Mediterráneos’, puesto que este especial enclave, de 42.600 metros cuadrados, ha sido concebido bajo la máxima del respeto al entorno y al pasado, preservando los restos arqueológicos, la visión de las murallas y las especies autóctonas protegidas, algunas de las cuales serán recuperadas.

No habrá, por ejemplo, farolas, sino báculos en el suelo de color tierra camuflado, ni redes básicas de agua, sino que las obras recuperarán el sistema de riego de esta, en el pasado, zona agrícola con la reconstrucción de albercas y bancales situados en zonas estratégicas al objeto de que las plantaciones no entrañen impacto visual sobre el patrimonio.

La vegetación para este parque, de naturaleza blanda y exento de asfalto -para la pavimentación de los caminos se utilizará terrizo estabilizado y pequeños adoquines de piedra caliza- está diseñada como un tapiz que cambiará de imagen en función de las estaciones y la pluviosidad. Se plantarán en total más de 21.000 unidades de herbáceas, arbustos y árboles, de más de un centenar de especies diferentes. En concreto, serán 122 los árboles, de mediana altura para no entorpecer esa visión del conjunto patrimonial, que generarán la sombra necesaria con 63 unidades de bancos.

La distribución de la vegetación está ideada para crear parterres de plantación con formas orgánicas circulares-ovoidales que, a su vez generan una red de caminos que permite transitar en todas las direcciones y disfrutar de múltiples paseos alrededor de la vegetación, además de acoger, en la zona central, un espacio que permitirá la celebración de actividades culturales o zona de juegos, en el día a día, a modo de plazoleta.

Aunque las pencas o chumberas no son consideras especies autóctonas, es cierto que forman parte de esa imagen de la Alcazaba que desde hace años se mantiene en la mente de los almerienses y visitantes del conjunto monumental. Cultura ha aceptado esta propuesta municipal de recuperar las chumberas siempre y cuando no se utilicen medios mecánicos que pudieran poner en riesgo el antiguo amurallamiento, por lo que la solución, a la vieja usanza, es que sean burros los que suban por la ladera norte de la Alcazaba las pencas a plantar.

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