El parque natural, eje de la oferta almeriense en Rusia

Cataluña es la región líder en turismo ruso. La oferta de sol y playa y cultura que buscan cada año allí también la tiene el destino andaluz, de ahí los descarados movimientos que la Consejería de Turismo viene realizando en los últimos años. Además del plan de acciones específicas diseñado para ir a Moscú, Minsk, San Petersburgo, Rostov (Federación Rusa) y Kiev (Ucrania) a buscarlos y de los 25.000 catálogos que se editaron el pasado verano, se ha abierto una oficina permanente, una pica en Flandes imprescindible en la capital rusa para captar a la joya de la corona hoy por hoy. La comunidad andaluza trata de vender su singularidad para superar a los destinos con los que compite y dentro del conjunto de provincias la de Almería cuenta con un elemento clave: el parque natural Cabo de Gata-Níjar. Según argumenta la directora comercial de NT Incoming, Maribel Granero, "el parque natural es una excursión obligada para los rusos que nos visitan, es lo que nos puede diferenciar de otros destinos como la Costa del Sol". En este sentido, la agencia que opera con Natalie Tours en la provincia también ha notado un mayor interés por visitar el casco histórico de Almería. El turista ruso tiene un perfil de demanda tornadizo, de ahí que en su país de origen intenten convencerle del cambio de Salou por Mojácar. Y es que no tiene nada que envidiar el municipio almeriense al catalán. Pero hay que saber venderlo en Moscú. Entre las características de los que llegan a la provincia, además de ser turistas de clase media emergente en su mayoría de alto poder adquisitivo, también está su preferencia por viajar en familia (con uno o dos hijos) y la necesidad de implicarse siempre con el destino: gastronomía, festejos, monumentos... "Demandan excursiones y requieren guías especializados las 24 horas del día", añade Maribel Granero. No vienen a tostarse bajo el sol ni a encerrarse en un resort. El turista procedente de la Federación Rusa alterna la playa con las visitas y compras en tiendas. Son sinónimo de dinero y mucho más visibles, por ejemplo, que los británicos que durante el día prefieren quedarse en la piscina del hotel y salir al atardecer. Los rusos son devotos de las boutiques y joyerías, aficionados a El Corte Inglés y amantes de las singularidades de la naturaleza. El tenis es uno de los deportes habituales de un tipo de turista activo que contribuye de manera considerable con la riqueza y creación de empleo allá donde pisa porque llega a invertir 120 euros por día, cuando la media del resto de viajeros se queda en 23 menos, y tiene una estancia media de diez días rebajándose la habitual a 3,92 noches.

Las expectativas del turoperador líder en los paquetes vacacionales de alto nivel son positivas de cara a los próximos años, a pesar de la fallida operativa del pasado verano, si bien precisan la exigencia de dotar a algunos municipios, como los del parque natural, de mayor infraestructura hotelera. "Nos hemos visto obligados a dar de alta nuevos establecimientos hoteleros porque durante los viajes de familiarización los agentes quedaron prendados y pensaban que zonas como Vera, Mojácar o el parque natural eran ideales para pernoctar y no sólo para visitar en las excursiones", explica Maribel Granero. El trabajo de promoción en origen por parte de las administraciones y el sector privado (agencias y hoteleros) y la agilización de la tramitación de los visados han sido determinantes para el crecimiento de este mercado. Su presencia ha abierto nuevos filones de negocio como el turismo médico y de salud, de las terapias de cuidado personal. Más de 20.000 ciudadanos de la Federación Rusa eligieron la Costa del Sol como residencia habitual en los últimos años. Aman el lujo y el valor medio de sus adquisiciones inmobiliarias supera el medio millón de euros. Cuando Rusia toma el sol, busca negocios para invertir y la provincia de Almería debe estar ahí, al pie del cañón, cada vez que aparezca un ruso con ganas de gastar su fortuna.