Patinetes eléctricos, cazados por la grúa en Almería

 Los patinetes eléctricos han cambiado la manera de moverse en las ciudades, una nueva forma de desplazamiento urbano, individual, barata y ágil de la que, desde luego, Almería no es una excepción. Su presencia en las calles es cada vez mayor y está teniendo su reflejo en el depósito municipal, donde empiezan a comerse el espacio antes exclusivo para motos o bicicletas. 

Los usuarios de estos vehículos de movilidad personal escapan a los atascos y a las esperas de los viajeros del transporte urbano en la parada del bus. Pero no a las normas de tráfico en cuanto a su aparcamiento pues, cuando hay que dejar el patinete estacionado, no vale cualquier sitio. “Son vehículos y tratados como tales”, explican desde el Ayuntamiento sobre la presencia de patinetes en el depósito. Algunos proceden de las inmovilizaciones por parte de la Policía Local, ya sea por cometer su conductor infracciones graves como la manipulación de su potencia o la ingesta de alcohol, si bien la mayoría de los VMP están en el depósito porque han sido ‘cazados’ por la grúa.

No hay aún una ordenanza municipal específica para los patinetes eléctricos. En marzo, el Ayuntamiento de Almería abrió un periodo de consulta pública –15 días–, para pulsar la opinión ciudadana antes de abordar la redacción de las nuevas normas de movilidad con las que, entre otras muchas cuestiones, la capital pretende regular la circulación de los VMP, entre los que se encuentran los patinetes eléctricos, polémicos por el número de accidentes en lo que se ven implicados (las últimas cifras públicas de denuncias de la Policía Local son de 2023 y fueron 567). 

El texto no ha llegado todavía al Salón de Plenos para su aprobación, por lo que la regulación aplicada es la existente. Entre ellas, la ordenanza de circulación de peatones y ciclistas en la que queda regulado dónde y cómo se pueden aparcar las bicis, que vienen ya compartiendo los soportes instalados junto a centros de enseñanza y otros puntos de interés con los patinetes. 

En los casos de aparcamiento, los agentes de la autoridad encargados de la vigilancia del tráfico podrán proceder a ordenar la retirada y traslado por el servicio municipal de la grúa al depósito, si dificultan la circulación de vehículos o personas o dañan el mobiliario urbano. 

Antes de la retirada de la vía pública, las autoridades competentes tomarán una fotografía de del patinete, o en su caso de la bicicleta afectada, que podrá ser solicitada por quien la reclame y, al igual que ocurre con los coches y motos, tras la retirada, se coloca el preceptivo aviso para informar al titular del traslado al depósito que, evidentemente, hay que pagar. 

A la espera de la ordenanza municipal en la que específicamente figuren los patinetes eléctricos, el texto normativo antes citado es muy claro en cuanto a cómo deben de aparcarse las bicis. De uso exclusivo son los aparcamientos diseñados específicamente para bicicletas y deben estar adecuadamente aseguradas en las parrillas habilitadas. 

En el supuesto de no existir aparcabicis en un radio de 75 metros, las bicicletas podrán ser amarradas a elementos del mobiliario urbano durante un plazo que, en ningún caso, podrá superar las 24 horas, siempre que con ello no se realice ningún daño al elemento de mobiliario urbano, no se vea alterada su función, ni se entorpezca el tránsito peatonal ni la circulación de vehículos. De cualquier manera y aras de garantizar la circulación peatonal, se deberá respetar un espacio mínimo de 1’50 metro como zona de tránsito. En ningún caso pueden estacionar bicis en aceras con anchura total inferior a 1,80 metros.