El Patio coge ritmo tras vaciar el edificio de casi 200 vecinos ‘apuntalados’ en Almería

El edificio El Patio empieza a salir de su estado de ruina. Las complejas obras de rehabilitación han cogido el deseable ritmo tras conseguir el Ayuntamiento de Almería vaciar las casas afectadas por la primera tanda de trabajos en este inmueble de Pescadería-La Chanca, en el que han estado residiendo, pese a su peligrosidad, unas 215 personas.

Aunque el Ayuntamiento de Almería contrató una empresa externa para gestionar la creación de la comunidad de vecinos y ayudar con los realojos mediante una Oficina de Rehabitalición, con presencia física, el proceso ha sido tan complicado que llegó a afectar a las obras. Apenas se apreciaba movimientos en los primeros meses desde el arranque de los trabajos.

De hecho, el pasado mes de junio, la Gerencia de Urbanismo se veía obligada a conceder una moratoria de cuatro meses a la empresa constructora adjudicataria de la rehabilitación, Grupocopsa, que se hizo con este contrato por un importe de 1.887.748,38 y un plazo de ejecución de ocho meses, el cual empezó a correr el 18 de noviembre con la firma del replanteo.

La concejal de Urbanismo, Eloísa Cabrera, justificaba entonces esta prórroga en la dificultad que está teniendo el proceso de desalojo escalonado de las viviendas del inmueble. Prácticamente en cada Junta de Gobierno Local, el equipo de María del Mar Vázquez ha venido aprobando alquileres de pisos en la zona para poder sacar de sus casas a estas familias durante la ejecución del proyecto de rehabilitación. Este proceso, según ha informado el Ayuntamiento, está siendo culminado –aún quedan residentes pendientes de reubicar–, lo que ha permitido a la constructora acelerar su cronograma para alcanzar los objetivos de la nueva fecha autorizada. Es propósito del Consistorio, como apuntan, concluir con la reforma a antes de finalizar el año.

La ampliación cuatro meses estira el plazo de ejecución a 12 meses, debiendo por tanto quedar las obras finalizadas el día 18 de noviembre de 2025, momento en el que regresarán a este edificio las familias, una vez despojado de los mil puntales que desde el año 2017 soportan la débil estructura del inmueble.

La intervención –la primera que lleva a cabo el Ayuntamiento de Almería en una propiedad privada al poder acogerse a las nuevas ayudas de la Junta de Andalucía que así lo permiten del Plan Vive–, es desde luego una de las más complejas de las ejecutadas en la ciudad en materia de rehabilitación.

No solo por la cuestión estructural de este inmueble del que fueron desalojadas las familias hace nueve años debido a un derrumbe – resultó herido un hombre de 46 años después de que se hundiera parte del suelo de su vivienda, cayendo a la planta de abajo–, sino también por las características sociales de estos vecinos. La mayoría se encuentran en situación de vulnerabilidad y con títulos de propiedad cuya aclaración y resolución, en el 70% de los casos, ha absorbido mucho más tiempo del esperado.

Las obras son complejas y se ha ideado un sistema de sujeción que actuará de segunda fachada permitiendo la retirada de puntales de forma progresiva al igual que el retorno.