El peligro de vivir en viviendas prefabricadas

En junio de 2013 ardían en El Puche tres viviendas prefabricadas. Esas que se les otorgaron a familias del centro del barrio para que se llevara a cabo parte del proyecto de rehabilitación urbanística que se iba a ejecutar por parte de la Junta de Andalucía en colaboración con el Ayuntamiento de Almería. Numerosas llamadas de alerta de vecinos de la zona, que indicaban que se había prendido fuego y que dentro de las casas se encontraban atrapadas algunas personas, algo que finalmente no fue así. El fuego fue rápidamente controlado por los miembros de los bomberos de Almería, que han contado con un camión cuba y un camión nodriza para las labores de extinción. Aunque no fue preciso rescatar de las casas prefabricadas a ninguna persona, una de las propietarias fue atendida por los sanitarios del 061 en una ambulancia y han tenido que ser desalojados los vecinos de cinco viviendas.

Fue en el verano de 2010 cuando estos vecinos (que vivían en casas de alquiler titular de EPSA) se trasladaron a las casas prefabricadas, a la espera de que se adjudicaran los trabajos para dar comienzo a la rehabilitación. Pero de este paso, no hay señales.

Casi tres años después de que estas personas se instalaran en las viviendas provisionales, situadas en los terrenos en los que se encontraban las pistas deportivas abandonadas entre El Puche Norte y el Sector 20. El suelo pasó a ser de titularidad de EPSA, cedido en precario por parte del Ayuntamiento de la capital dentro del compromiso de colaboración adquirido en la intervención tanto de este barrio como de La Chanca. La idea era devolverlo tras finalizar las obras.