La peligrosa obra inacabada

El Ayuntamiento se compromete a instar a mejorar la seguridad en este espacio de Ejido norte

El edificio se paralizó en los cimientos, con lo cual quedó un enorme hoyo que supone un grave peligro.
El edificio se paralizó en los cimientos, con lo cual quedó un enorme hoyo que supone un grave peligro.
Almudena Fernández

16 de agosto 2015 - 05:01

En la calle San Isidro, en la zona norte de El Ejido, hay una obra inacabada que los vecinos miran de reojo desde hace más de seis años. Cuando las obras se paralizaron en enero de 2009, probablemente no imaginaron que tardarían tanto en volver a ver movimiento de obreros en la zona. Sin embargo, no hay visos de que la situación cambie a corto plazo.

Por ello, el alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, ha anunciado que es el momento de "intensificar" las actuaciones necesarias para mejorar la seguridad de esta zona del municipio, donde el edificio de viviendas quedó paralizado prácticamente en sus inicios dejando un enorme hoyo de varios metros de profundidad.

No en vano , el grupo municipal socialista lanzó precisamente la voz de alarma sobre esta obra inacabada en el último pleno celebrado en el Ayuntamiento. En concreto, el concejal Juan Godoy, recordó que "está unidad de ejecución lleva mucho tiempo parada, la zona vallada y los espacios verdes sin terminar". Por ello, los socialistas instaron al equipo de gobierno a solicitar a los propietarios de esta unidad de ejecución y el solar colindante a que retruquen el vallado de estas parcelas para que se pueda usar el acerado "ya que actualmente deben pasar por la calzada" al anularse por completo la acera con el vallado.

Al respecto, Góngora señaló que él personalmente y el concejal de Urbanismo, Alberto González, han visitado la zona en varias ocasiones junto con responsables técnicos para estudiar posibles soluciones. "Por problemas jurídicos legales de la empresa constructora, que desconozco si están resueltos o no, la obra se quedó parada", recordó el primer edil ejidense.

Aunque en un primero momento preocupó al Ayuntamiento la inestabilidad de los taludes que rodean el impresionante hoyo que quedó de un edificio que jamás llegó a construirse, profesionales habrían avalado al gobierno local la seguridad de este vallado, por otro lado, absolutamente necesario para impedir caídas accidentales. Ahora, la pretensión municipal será la de que se termine todo el muro perimetral (el que hay en el interior del vallado), e intentar recepcionar, aunque sea de forma parcial, la zona ajardinada anexa para que se pueda usar por los vecinos.

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