Apenas quedan siete días para que los aficionados a la caza menor, concretamente de la perdiz roja en la modalidad de reclamo, se adentren en el campo para disfrutar de un deporte tradicional que aún pasa de generación en generación en esta provincia. Es además, la modalidad más practicada en Almería.

Perdices al sol desde primera hora de la mañana, alimentadas cuidadosamente y con menús especiales para que estén lo más mimadas posible en los días previos al inicio de la tan esperada temporada del puesto. Al pasar la Navidad, muchos son los que cuenta los días para que llegue la fecha clave, el 18 de enero, que es el primer día (sábado) del primer periodo establecido por los planes cinegéticos de la administración andaluza y al que se han acogido los cotos de la zona del Valle del Almanzora.

Una modalidad "apasionante"

Quienes practican esta modalidad la describen como “apasionante”. Están ilusionados y es que apenas se puede disfrutar durante dos meses al año de este deporte. La caza de perdiz roja con reclamo es una actividad que cada año gana más aficionados. La reina, como muchos la llaman. Concretamente en la provincia de Almería ya son casi 10.000 los cazadores que desde el 18 de enero al 23 de marzo pondrán a prueba sus perdices y su puntería.

Una vez acabada la temporada de monterías en los cotos privados, puesto que en los cotos públicos un año más no se han celebrado, ahora es el turno de la caza menor. Los cazadores han empezado a desempolvar sus escopetas para tenerlo todo a punto para el primer día en el que se pueda salir al campo. Con las expectativas altas, los aficionados prevén una buena temporada por las temperaturas frescas típicas de esta época y a pesar de la escasez de lluvia.

Para entender la importancia de esta modalidad basta reseñar que la provincia tiene una extensión acotada del 74% del total de la superficie, según datos de la Delegación Provincial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Almería cuenta con 754 cotos de caza, de los cuales la mayoría se destinan a caza menor.

Es período de celo

Con la jaula al hombro, los amantes del reclamo emprenderán camino al alba y a primera hora de la tarde tras la brava perdiz roja que puebla los montes de la provincia de Almería. Con maña, colocarán la jaula en los puestos que han construido nuevos y en los que ya había de otras temporadas anteriores, con el macho bien entrenado para atraer a las hembras que viven en libertad y abatirlas. Es precisamente el periodo de celo de estos animales. El canto del ejemplar hace a las hembras entrar en su plaza a una distancia muy próxima al cazador, que aprovecha para tirar al animal. Cabe destacar que la práctica de esta caza nunca se ejercita cuando la perdiz está dispuesta para la cría.