El periodista Francisco Aguado abre el tercer Aula Taurina

El pasado jueves se inauguró el III Aula Taurina de la Universidad de Almería con una conferencia a cargo del periodista y escritor taurino Francisco Aguado donde el vicerrector, José Guerrero, manifestó "el deseo de que tenga influencia desde la Universidad hacia la sociedad". A continuación la profesora Teresa Belmonte, que esta edición ejerce como nueva coordinadora del ciclo, quiso puntualizar que "la esencia del aula taurina es mostrar a los estudiantes a través de los testimonios de las personas que forman parte del mundo del toro la riqueza que tiene esa singular forma tanto de espectáculo taurino, como de producción, como de vida, como de valores. En realidad el mundo del toro está ligado a la cultura y a la forma de entender la vida de un pueblo", destacó.

Francisco Aguado manifestó momentos antes de iniciar su brillante conferencia que "es evidente que el toreo es cultura por sí mismo y es bueno que esto llegue a la Universidad. Es de agradecer que dedique este espacio y este tiempo a los toros porque creo que es el momento oportuno de reivindicar ese hecho cultural que va unido a la historia de España desde milenios, estando ahí, lidiándolos, saltándolos, cantándolos, pintándolos. Y al hablar de la Almería taurina y de su feria no dudó en referirse a ella como "una de mis ferias. La plaza de la avenida de Vilches es uno de los cosos modélicos en el sentido de ser dónde mejor se ven los toros. Sus medidas, ruedo y aforo son perfectos. Y muchas veces las tardes y el clima perfecto para ver una corrida de toros. El ambiente y el espíritu de los almerienses en los toros para disfrutar de una gran faena es uno de los más idóneos porque una corrida de toros son muchas más cosas que las dos horas de la lidia.

Ya en faena Francisco Aguado diseccionó la existencia del toro desde aspectos mítico para pasar al rito, identificando cada momento social con lo que ocurre en el ruedo sin faltar los cultos mantenidos en la historia para la lucha de lo simbólico al espectáculo bravo. Inteligente en sus argumentos, culto en su vocabulario y prolífico en sus datos, concatenado en la justificación de la evolución de la cría del toro, de los toreros y su legado, de la organización del propio festejo, de la arquitectura de las plazas para la lidia, paralelismos entre los datos que han marcado el devenir histórico de los acontecimientos políticos de desarrollo económico o industrial, de la justificación o ascenso social de quien se juega la vida frente a la bravura cultivada desde la raíz autóctona unificado en estirpes, hierros, sangres, hechuras y actitudes diferenciadas. Y el traspaso de fronteras nuestra fiesta llegando a las Américas internacionalizándola.

"En el contraste de sus tiempos es donde se nos revela la clave de su supervivencia. Porque el toro sigue representando el mismo problema esencial que tenía que resolver el hombre que le mitificó hace miles de años y ritualizó su sacrificio. Porque el toreo es la gran metáfora de la vida en la representación escenificada, organizada y evidente de la lucha entre el hombre y la naturaleza. Exaltación del vitalismo, triunfo habitual de la razón sobre la fuerza y de la vida sobre la muerte. Un rito en constante evolución. De los festejos populares a la corrida". Joya literaria, como así definió José Guerrero al finalizar la conferencia, que fue fuertemente aplaudida desde unas butacas mermadas de presencia de alumnos, si se compara con anteriores años que hicieron rebosar hasta el límite de asistencia, quizá por haber limitado las matriculaciones dejando fuera a alumnos de solera de la Universidad de Mayores o, quizá, por la coincidencia con el ciclo de la feria de abril.

A la espera la convocatoria para el próximo jueves en el mismo sitio a la misma hora que está convocado el histórico torero Pedro Gutiérrez Moya El Niño de la Capea ahora en faenas de recuperación del encaste Urquijo y viviendo los sufrimientos de su hijo porque se reconozca su manera de torear.