El pueblo pesquero que se originó en torno al Castillo de San Andrés

A los pies de Sierra Cabrera y a orillas del mar Mediterráneo, el pueblo pesquero de Carboneras es uno de los enclaves más bellos de la provincia. Situado en la comarca del Levante almeriense, es un municipio de impresionantes playas y calles con encanto. Y además, con larga tradición cultural.

En el siglo XVI, Felipe II entregó estas tierras al marqués de Carpio y le dio orden de que construyese el Castillo de San Andrés, que hoy es uno de los principales atractivos culturales del pueblo. Con esta edificación, pretendían defender la costa de los ataques moriscos ante la sublevación de las Alpujarras. Con el paso de los años, la población se fue organizando en torno al imponente Castillo.

Así surgía un pueblo a pie de costa, que cuenta con 14 kilómetros y medio de playas, destacando las urbanas de El Ancón, Los Barquicos y Los Cocones, que tienen el distintivo de calidad de bandera azul.

La Isla de San Andrés, que puede divisarse desde toda la playa, es otro de los atractivos paisajísticos del municipio. Se trata de una pequeña isla rocosa de origen volcánico que es Monumento Natural desde el año 2003, y que alberga una necrópolis hispano-musulmana que le imprime un elevado interés patrimonial y cultural.

Pero además de poseer playas urbanas de reconocida calidad, Carboneras cuenta con una serie de paisajísticas calas vírgenes, como la del Corral, la del Algarrobico, y la de los Muertos, que recibe su nombre de la antigua tradición de los vecinos de esperar que las aguas arrastrasen hasta allí los cuerpos de pescadores y náufragos caídos al mar.

Carboneras también es un municipio repleto de atractivos culturales. Al sur del pueblo se encuentran el faro y la torre de Mesa Roldán, que data del siglo XVIII. Pero la construcción más antigua del municipio es la torre del Rayo, levantada en época nazarí. Se trata de una torre vigía que formaba parte de la línea defensiva de la costa. Sufrió importantes reformas en la época renacentista y en la actualidad se encuentra en estado de ruinas. Ha sido declarada Monumento de Interés Cultural.

Otro reclamo turístico es el Molino de Viento, ubicado en el casco urbano, en la zona conocida como Cabecico del Aire. Es una de las señas de identidad de Carboneras, y tras su adquisición por el Consistorio, se ha restaurado fielmente tal y como era en sus orígenes, incluida la maquinaria interior. Se trata de un edificio singular, catalogado como Bien de Interés Cultural, junto al que se ubicará el Museo de la Cultura de los Molinos, muy presentes en todo el territorio del Parque Natural de Cabo de Gata. Éste, junto al Molino de Juan Ramos y al Molino de Rambla, cerca de la Cueva del Pájaro, conforman un conjunto de bienes de indudable valor etnológico.

Y finalmente, uno no puede marcharse de Carboneras sin dar un paseo por el casco antiguo, formado por bellas casas blancas en su mayoría situadas a escasos metros de la costa y con unas maravillosas vistas del mar Mediterráneo.