Con el objetivo de introducir el cultivo del pistacho en el norte y el valle del Almanzora en Almería, junto a zonas limítrofes de Granada y Murcia, Crisara, empresa de servicios integrales a la agricultura y medio ambiente, ha celebrado en Chirivel una jornada informativa sobre este producto impartida por Miguel Ángel Zamorano, director gerente de la empresa Pistachos del Sol, que contó con la presencia de la alcaldesa de Chirivel, Emma Sola, encargada de inaugurarla, el presidente de la Mancomunidad de Los Vélez, Antonio Cabrera, y el director de la Oficina Comarcal Agraria (OCA), Juan Ortiz.

Una iniciativa cuyo objetivo principal, según el director-gerente de Crisara, Cristóbal Aránega, es informar a los agricultores profesionales de la zona sobre el cultivo del pistacho, todo ello dentro de "nuestro programa de formación y difusión de productos novedosos que pueden ser complementarios y alternativos a los actuales". En esta línea, Crisara seguirá apostando por la organización de este tipo de jornadas informativas sobre otros productos como la stevia, el azafrán o la trufa.

Sobre el pistacho, Aránega ha destacado que "en estos momentos existe mucha más demanda de género que oferta y hay muy poco territorio con posibilidades de cultivo por las condiciones climáticas y humedad necesarias junto otras limitaciones". En este sentido, añade, "no hay que preocuparse por venderlo y a buen precio, además es un producto que se consume culturalmente en todo el mundo y la demanda cada vez es mayor en países emergentes como India y China. De hecho empresas como Pistachos del Sol, líder en la comercialización de este producto, no puede abastecer toda demanda de sus clientes".

Una jornada en la que se puso sobre la mesa otras ventajas de este cultivo obtenidas tras varios trabajos de investigación llevados a cabo en la Universidad de California, "se ha conseguido un patrón portainjerto híbrido resistente a hongos, de crecimiento rápido y gran vigor. También se ha conseguido abaratar los costes de inversión, injertado sobre el híbrido UCB1, y se ha acortado el tiempo de producción, pasando de los 9-10 años a los 5 años, que permite el retorno de la inversión mucho más rápido".

Esta iniciativa ha tenido una gran aceptación, con la presencia de unos 150 agricultores profesionales del sector, dedicados en su mayoría al cultivo de la almendra, que mostraron mucho interés por el pistacho como cultivo complementario. Para Cristóbal Aránega, "el pistacho puede aportar unas rentas superiores, con 5 hectáreas puede vivir una familia porque la rentabilidad es similar a la 30 hectáreas de almendro".