“Si respetamos la distancia, las playas no serán foco de contagio, el virus no está en la calle”

El epidemiologo Juan Gestal recomienda el uso de mascarillas en exteriores, pero pone la atención en lo que pasa entre cuadro paredes

Juan Gestal, experto epidemólogo. / Xóan A. Soler / La Voz De Galicia

“Hemos sido demasiados hipocondríacos y creemos cosas rarísimas. La gente ha cogido manías... limpiarse y desinfectar los zapatos al entrar en casa, quitarse rápidamente la ropa y lavarla, limpiar las ruedas de la bicicleta del niño...”, explica Juan Gestal, experto epidemiólogo a nivel nacional, ex decano de la Facultad de Medicina y Odontología de Santiago de Compostela (USC), catedrático de Medicina y Salud Pública y profesor emérito de la USC.

Gestal desmiente otros mitos como el contagio mediante billetes: “El dinero tiene infinidad de gérmenes, pero por el hecho de pagar y coger la vuelta es muy difícil el contagio. Es un absurdo muy grande. Así no se transmite absolutamente nada”.

De la misma forma, también quita el foto del miedo en los paseos de la ciudadanía o el tránsito obligado en las calles: “En la calle no está el virus. Los virus están en la rinofaringe de las personas, fuera duran muy poco tiempo, se alargan más en otras condiciones, en laboratorios. Lo que le contagia es cuando alguien tose en su mano, te la da y después te la llevas a la boca. El coronavirus, principalmente, se contagia en espacios cerrados, por proximidad y duración del contacto físico para que pueda producirse el contagio. De ahí que los mayores contagios se hayan dado en hospitales, residencias de ancianos, viaje en tren, autobús, metros... Si mantenemos distancia de seguridad, lavado de manos y usamos mascarillas, la propagación se resiste”.

Pero, con las elevadas temperaturas llegan los baños en la playa y la proximidad física, ¿existe un riesgo real? Según Gestal, en la playa habrá contagios si no se respeta la distancia social. “A este tipo de virus no le va bien el agua de mar por el cloruro sódico. Por ahí no se va a transmitir. Las piscinas están tratadas con cloro, y eso tampoco le hace bien al coronavirus, no debe propagarlo. En la actualidad el Instituto de Calidad Turística Española está elaborando un protocolo y ha solicitado informes, en breve se dará información sobre ello. Pero lógicamente, tanto en piscinas como en playas habrá que disminuir el número de usuarios”.

“El virus se puede transmitir en verano. El problema es cuando los de otras comunidades autónomas vayan a la costa, a Almería, por ejemplo”, explica Gestal. “Ese es un tema que debe manejarse con muchísima prudencia. Las comunidades autónomas deben realizar búsquedas de fuentes de infección para tener un control sobre la población. Si no hay vigilancia epidemiológica, no se puede autorizar esa movilidad interprovincial”.

La baja incidencia de coronavirus en Almería tiene un aspecto negativo, la no existencia de inmunidad colectiva. Con apenas 800 contagios (según fuentes oficiales) dentro de una provincia de más de 700.000 habitantes. “Lo que sabemos es que el porcentaje de personas que han desarrollado inmunidad es bajísimo, por tanto, no hay una inmunidad colectiva frente al virus. La enfermedad se puede seguir propagando incluso en verano. Vamos a andar con pies de plomo hasta que tengamos una vacuna. Si la tenemos para el otoño-invierno del año que viene... bendito sea Dios”, argumenta Juan Gestal.

“A este virus, de las características climatológicas, lo que no le sienta bien es la humedad relativa alta. Los virus respiratorios requieren menos humedad para propagarse, por eso se contagia más en invierno y en climas fríos y secos, pero si la humedad relativa del aire es superior a 40% o 50% dificulta su transmisión. El calor también hace algo, pero es más fundamental la humedad”, explica Juan Gestal.

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