La poetisa almeriense del 27

María Pérez Enciso tendrá una placa con su nombre en la calle San Ildefonso, 27. Este homenaje es para una escritora que siempre llevaba el nombre de Almería

La poetisa almeriense María Pérez Enciso.
La poetisa almeriense María Pérez Enciso.
Ángel Agis Marín

13 de enero 2012 - 01:00

La estimación de su persona, su quehacer solidario y la valoración de su obra poética, ha sido a lo largo del tiempo elogiada y ensalzada positivamente por numerosos amigos, beneficiarios, escritores y poetas. Yo voy a añadir algunas pinceladas de su vida personal y familiar. María Pérez Enciso nació en Almería el 31 de marzo de 1908 y falleció en México D.F. en 1949.

Se matricula en La Escuela Normal de Maestros de Almería (1923), después cambió la matrícula a Barcelona, donde terminó su carrera. Allí frecuentó la Residencia de Estudiantes, un notable y aglutinador centro cultural de Barcelona, donde conoce a la chilena Gabriela Mistral, maestra como ella (La oración de la maestra), que sería tiempo después, en 1945, Premio Nobel de Literatura; o al doctor Pi i Suñer al que trató y escuchó, y a otras personalidades importantes; allí trabó una gran amistad con Celia Viñas Olivella.

María se casó con un catalán del que se separó años después. Tuvieron una hija, Rosa del Olmo Pérez, que quedó con su madre y la acompañó en su peregrinar.

Al terminar la Guerra Civil se vio forzada al exilio y designada como responsable de los niños que salieron de España junto a ella y a su hija Rosita. Se encargó de cuidar a los niños en todo en su recorrido por todas las naciones por donde los acompañó: Francia, Bélgica, Inglaterra y América.

Comenzó su lucha personal y profesional abriéndose camino, primero en Colombia, donde fue redactora del semanario Sábado y colaboradora de la Revista de las Indias y de Tiempo en Bogotá, donde empezaron a publicar sus primeros libros: Europa Fugitiva en 1941 (dedicado a su hija Rosita) donde relata las amarguras, penas y sufrimientos a su salida de España, huyendo de los bombardeos campos de concentración y el exilio. El segundo libro que publicó fue Cristal de las horas en 1942 en homenaje a su madre y a España.

En México, donde llega en 1945, después de su fugaz paso por Cuba, escribe para el suplemento cultural El Nacional y las revistas Las Españas, fundada por Manuel Andújar y José Ramón Arana, en la cual hay espacios para el encuentro entre los escritores y poetas españoles allí exiliados como la titulada 'España en el recuerdo' en la que publica en el año 1947 'Almería ciudad arábigo-andaluza'.

En México, conoció y entabló una gran amistad con el escritor Manuel Andújar, el cual prologó de María De mar a mar en 1946, son poemas de tipo machadiano, que publica Manuel Altolaguirre, otro gran poeta, en su editorial Isla de México, el cual dice de la obra, que contiene versos de finísima calidad, que bastarían por sí solos para darle un destacado lugar a su autora entre los mejores poetas españoles contemporáneos.

También publicó Raíz al viento en 1947, con sus tres partes: ensayos, crónicas y notas. Es la obra postrera, un homenaje íntimo a los que ama y como una despedida a Antonio Machado, Galdós, Concepción Arenal, Rosalía de Castro, Juan Maragall, a Gabriela Mistral, a Don Quijote...

Recuerda las ciudades de América que ha conocido, Cartagena de Indias, Bogotá, La Habana, México. En 1948 publicó los sonetos Abril y El aire. Un romancillo con acentos panteístas titulado Ocre.

En el periodismo y la literatura, encontró el trabajo redentor, el consuelo y la razón de una nueva vida en América. Ansiosa por regresar a su amada Almería fallecía a los 41 años, en México D.F. por una peritonitis.

La ilustre escritora y poetisa granadina Antonina Rodrigo dice de María que "es amiga leal y una limpia verdad literaria que se trunca" y que además de buena maestra de escuela fue una poetisa sublime, sensible y una luchadora por los derechos sociales de la mujer, y añade que quiere llamar la atención de los responsables culturales para rehabilitar y publicar sus obras, que son hermosísimas y donde recoge imágenes en torno al mar, los paisajes y las gentes de Almería.

El libro de Antonina Rodrigo (Mujer y exilio 1939), insiste en la necesidad de recuperar a la escritora almeriense, "ignorada en el olvido". Este modesto artículo mío, de recopilación de datos de la vida y obras de mi prima María Enciso, se lo debía a ella y a su madre, mi tía lola (Dolores Enciso Amat) con la que compartimos todas las vicisitudes de la postguerra. Recuerdo ir a su casa donde nos contaba todo lo que sucedía en la vida de sus hijos, mis primos María y Guillermo.

Mi tía nos tenía un gran cariño, y a mí personalmente me ayudó en mis estudios, infundiéndome apoyo, sintiéndose muy orgullosa de mi vida académica y dándome siempre ánimos para seguir adelante. Fue ella la que pagó mi título de Practicante en Medicina y Cirugía, algo de lo que estaré siempre eternamente agradecido. Las dos, madre e hija, soñaban con que algún día volverían a encontrarse en Almería, pero nunca fue así.

Me hubiera gustado haberla conocido y tratado personalmente, porque según Nieto Caballero (embajador de Colombia en México), era una mujer serena, y resalta la extraordinaria dulzura de sus ojos negros, despertadora de simpatías, afectos, generosa, escritora de talento y poetisa inspirada y penetrante.

María, aunque nos dejaste pronto, siempre estarás en nuestro corazón y en nuestro pensamiento, ¡gracias por tu excelente legado poético-literario que nos dejaste!, que no se pierda y llegue a todos los centros de enseñanza y bibliotecas de Almería, Andalucía y España.

De su obra De mar a mar opino personalmente que tendría en su mente el mar de México que la recibió y el mar de su querida Almería, donde nació y se crió, recordando El Puerto, su Vega, La Campana de la Vela de la Alcazaba, la plaza de Los Olmos, la Sierra de los Filabres y todos los dulces recuerdos de juventud. Hay que reconocerle sus méritos y sacarlos a la luz del día, para que se conozcan y no se pierdan en la nebulosa de los tiempos.

¿Cuánto más hemos de esperar hasta que sea valorada por parte de las autoridades competentes de su querida y amada Almería, que con toda pena tuvo que abandonar y siempre mantuvo en su pensamiento y corazón, y le den el lugar que le corresponde como la gran persona, poeta y escritora que es?

La gratitud es la memoria del corazón, seamos pues agradecidos hacia aquellos que han elevado el pabellón de la cultura almeriense y española al más alto nivel nacional e internacional.

¡Gracias querida María Enciso!

stats