El precio de la aceituna cae hasta alcanzar niveles de hace 25 años

Cada kilogramo se cotiza a una media de 0,35 euros · Los agricultores de la comarca del Nacimiento están registrando pérdidas productivas de hasta el 30% debido a las heladas nocturnas y a los fuertes vientos

La finca del fiñanero Juan Francisco Clares tiene 1.300 olivos y una pequeña zona reservada a frutales.
V. Hernández / Almería

12 de enero 2011 - 01:00

El tiempo no acompaña a la producción oleícola. Los fuertes vientos registrados en las últimas semanas y heladas nocturnas con temperaturas mínimas de hasta siete grados bajo cero están echando por tierra la cosecha de aceituna en la comarca del Nacimiento. El agricultor de Fiñana Juan Francisco Clares García calcula que, en su caso, las pérdidas rondan los 10.000 kilogramos.

"El año pasado cogimos casi 50.000 kilos y este año, según va la cosa, calculo que no llegará ni a 40.000". Además se ha caído "al menos un 30%" al suelo. Eso significa más trabajo porque cada una de las aceitunas cuenta y hay que recogerlas del suelo con la ayuda de una "abrentadora" o máquina sopladora que utiliza la fuerza del viento para reunir la materia prima en un punto. Después toca recogerla para subirla al camión.

A esta producción, calificada de "regular" respecto a años anteriores, se le suman unos precios "fatales, muy parecidos a los de hace 25 años" que están provocando que muchos propietarios de tierras agrícolas dejen sin recoger su producción.

"Hace apenas tres años, en 2007, vendíamos la aceituna a precios de entre 0,60 euros y un euro por kilo. Ahora está sobre los 0,40". La rentabilidad es casi nula pero hay quien decide obviarlo y seguir hacia delante porque, a fin de cuentas, "el gasto ya está hecho": agua, electricidad, labores, tratamientos...

En la mayor parte de los casos, gran parte de la recolección se destina al consumo familiar. El resto se vende, aunque proporcione escasos beneficios. La crisis manda.

En la coyuntura actual hay quienes afirman que los jornaleros marroquíes y rumanos llegan a ofrecer su trabajo por estipendios tercermundistas de entre 10 y 15 euros al jornal.

Clares ni confirma ni desmiente el rumor. "He oído que hay gente en algunas zonas que se aprovecha de los pobres pero a esos precios... es inhumano". En su caso la cuadrilla de jornaleros, incluido él, está formada por cinco vecinos del municipio, "todos contratados y cobrando lo normal, 40 euros al día más la manutención".

En calidad de antiguo emigrante (él trabajó durante 23 años en Alemania), es consciente de los grandes esfuerzos que supone tener que desplazarse a otro país y alejarse de la familia para poder labrarse un futuro. "Me gusta que los jornaleros estén a gusto y tratarlos como lo que son, personas. Demasiada desgracia es tener qie irse fuera".

De su estancia adquirió algunos valores de la mentalidad germana del trabajo. "Cuando el tiempo lo permite trabajamos siete días a la semana, no se puede hacer de otra manera porque de otra manera no acabaríamos nunca".

La altura del municipio fiñanero, situado a 950 metros, y la de localidades cercanas como Abrucena o Abla retrasan la recolección de aceituna respecto a otras zonas de la provincia. En este caso, la campaña inicia en torno a Navidad, dependiendo de la climatología de cada año, y finaliza a lo largo del mes de marzo.

Las variedades más cultivadas son la Picual, la Lechín de Córdoba, también llamada 'Cuquillo' o 'Menudera' y la Picual de Jaén o 'Marteña'.

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