Presión sobre el CSIC para liberar La Hoya y trasladar la finca científica a Retamar

La alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez (PP), ha reclamado una respuesta "lo antes posible" a la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA-CSIC) sobre la cesión del terreno propuesto en la zona de El Calcetín, al norte de Retamar, con el fin de trasladar allí las instalaciones y especies actualmente alojadas en la Finca Experimental La Hoya, situada a los pies de la Alcazaba.

Según ha valorado la regidora, la acogida por parte del CSIC ha sido positiva tras la visita realizada recientemente a la nueva ubicación. "Les propusimos el terreno, lo han visitado y ahora van a hacer una serie de propuestas o requerimientos", ha explicado la alcaldesa en declaraciones a los medios.

La finca ofertada por el Consistorio cumple con los requisitos marcados por el propio CSIC, al situarse a menos de 35 kilómetros del centro de la ciudad, disponer de acceso a servicios y contar con una superficie amplia. "Por eso se lo ofrecimos y esperamos tener una respuesta cuanto antes, porque es un asunto urgente para la ciudad", ha añadido Vázquez.

La alcaldesa ha insistido en que el actual emplazamiento no es el adecuado para una instalación científica de estas características. "Seguramente tiene incluso un yacimiento arqueológico debajo, que podría ponerse a disposición del patrimonio cultural e histórico de Almería", ha señalado.

Además, ha subrayado que los animales de especies amenazadas que se mantienen en cautividad se encuentran "hacinados" en el actual recinto. "No deben estar ahí", ha afirmado de forma rotunda.

Desde el punto de vista patrimonial, Vázquez defiende que la liberación del suelo en La Hoya permitiría impulsar nuevos proyectos culturales en un enclave de gran valor histórico. "Es un espacio ideal para la ciudad", ha declarado.

El terreno propuesto, conocido como El Calcetín, es un suelo urbano dotacional de 550.000 metros cuadrados (más de las 40 hectáreas requeridas), con un 65 % de zonas llanas y un 35 % con relieve, suelos arenosos y buen drenaje. Cuenta con acceso a agua, luz y comunicaciones, y está a más de 500 metros de explotaciones ganaderas y núcleos urbanos, pero cerca del barrio de Retamar, la autovía y el aeropuerto.

Según el informe técnico municipal, la parcela permite la construcción de nuevas infraestructuras científicas, además de instalaciones para el manejo de especies, despachos, talleres o almacenes.