Un delito previo impide al cómplice del crimen de Miriam salir de prisión

Raúl Ríos cumple de 25 meses por agredir a una menor de 15 años El juez decretó su puesta en libertad sólo por el caso de la niña

Raúl Ríos Forte en una imagen de archivo.
Raúl Ríos Forte en una imagen de archivo.
Óscar Lezameta

18 de abril 2013 - 01:00

Raúl Ríos Forte, detenido el pasado 28 de diciembre como cómplice del secuestro y asesinato de la pequeña Miriam cuyo cuerpo fue encontrado en una balsa de riego en la localidad de Abrucena ese mismo día, iba a ser puesto en libertad ayer mismo, pero una condena de 25 meses por un delito de violencia de género se cruzó en el camino que separa su celda de la prisión granadina de Albolote de la calle. La suspensión de esa condena, conocida el pasado 9 de enero, desencadenó un terremoto judicial por los retrasos en el cumplimiento de la misma.

Lo cierto es que después de las declaraciones llevadas a cabo en la mañana del martes en la Ciudad de la Justicia, las cosas pintaban de otra manera para el acusado de encubrir a Jonathan Moya en los hechos previos que condujeron a la muerte de Miriam. La petición de puesta en libertad por parte de su abogada Juana Tarifa había sido apoyada por el fiscal del caso, lo que hacía previsible una rápida puesta en libertad, de hecho se daba por seguro que sería antes de finalizar esta semana.

Las cosas siguieron jugando a su favor a primera hora de la tarde de ayer, cuando Jesús Miguel Hernández Columna, magistrado del Juzgado de Instrucción número 2 de Almería que lleva el caso desde su inicio, decretó su puesta en libertad, con las obligaciones de comparecer los días 1 y 15 para cerciorarse de su paradero, entrega de pasaporte y prohibición de acercarse a Gema, madre de la pequeña asesinada, a menos de 500 metros.

Esta situación llegaba después de la segunda declaración ante el juez de su amigo, quien le exculpó de cualquier hecho, así como del informe del Instituto de Toxicología de Sevilla que descartaba la presencia de su ADN en la ropa y en el cuerpo de la niña.

No obstante, desde Instituciones Penitenciarias se echó tierra a todas sus esperanzas, al menos momentáneas. Dado que Raúl tiene una condena pendiente por cumplir de 25 meses de duración (un mes más de los dos años que le habrían permitido librarse de entrar en la cárcel) dicha petición de liberta deberá aplazarse al menos hasta que haya cumplido la parte proporcional de la misma antes de poder acceder a los beneficios penitenciarios.

Precisamente esos hechos que le han impedido pisar la calle provocaron a comienzos del pasado mes de enero un verdadero remolino judicial en Almería por la actitud del Juzgado de Instrucción número 4 en no ordenar su entrada en prisión a la espera de que se resolvieran los recursos que los abogados de Raúl habían puesto ante el Tribunal Constitucional. El retraso en la ejecución de dicha condena (1 año y 9 meses por violencia física y 6 meses por lesiones a una novia que por entonces tenía 15 años de edad) motivó su participación en unos hechos por los que ayer mismo debería haber sido puesto en libertad. El letrado que defiende los intereses de la familia de la pequeña ha anunciado que recurrirá la decisión judicial, aunque tiene tiempo para que esta surja efecto ya que aún le quedan varios meses para poder acceder a la libertad.

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