La procesión del patrón San Isidro despide unas fiestas más fortalecidas

Las innovaciones en la programación y el recinto ferial logran más participación en la edición de 2016 Los fieles acompañaron al santo en la tarde de ayer

El interior de la iglesia de San Isidro estuvo a rebosar de fieles.
Almudena Fernández

04 de julio 2016 - 05:01

La solemne procesión del patrón del municipio El Ejido, San Isidro Labrador, se convirtió ayer en el perfecto broche final para una feria que parece que empieza a remontar tras varios años de capa caída.

La multitudinaria misa en la parroquia del centro ejidense duró alrededor de hora y media y estuvo embellecida por la interpretación de diferentes piezas religiosas a cargo de la coral Lola Callejón. A las nueve y media de la noche tuvo lugar la salida del patrón de los ejidenses entre vítores, lanzamiento de pétalos, cohete y el himno nacional interpretado, un año más, por la Agrupación Musical de El Ejido.

El patrón de los agricultores procesionó entre flores blancas y rojas ante los miles de trabajadores del campo que, en El Ejido, tienen cada año como referencia estas fiestas ya que suponen un cierre de campaña ante, en pocas semanas, el inicio esperanzador de otra nueva.

Los cohetes fueron sonando a lo largo del recorrido procesional que, un año más, estuvo encabezado por los miembros de la Hermandad de San Isidro y otras Cofradías y Hermandades del municipio, que cargaron con sus estandartes. Al alcalde ejidense y parte de la corporación municipal se unieron los cientos de vecinos que siguieron los pasos de San Isidro durante las dos horas de procesión de la imagen. Además, a su paso por las calles del municipio, fueron muchos los vecinos que se pararon unos minutos para observar la comitiva y más de un fiel lanzó 'vivas' al santo patrón.

Las velas, una año más, también fueron protagonistas de este solemne acto religioso y eran muchas las personas, especialmente las mujeres, las que se encargaron de llevarlas durante todo el recorrido que, además, algunas realizaron descalzas como parte de una manda. Familias enteras optaron por lucir sus mejores galas en esta procesión en la que muchos aprovechan para pedir al patrón por la próxima campaña agrícola.

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