Siete años de gobierno, satisfacción en los logros alcanzados y esperanza para concluir determinadas cuestiones que considera fundamentales para la Universidad de Almería. Es el balance que el rector Carmelo Rodríguez hace de las dos legislaturas en las que ha dirigido el campus.
–No se si es posible, o si está en sus planes volver a presentarse en las elecciones del próximo año.
–La Ley va a cambiar antes de este verano y este cambio, que implicará una modificación de estatutos, permitirá una transitoria para poder continuar otros cuatro años. Pero no es mi intención. Yo acabaré mi segundo mandato cuando corresponda y no tengo ninguna intención en volver a presentar candidatura. Mi idea es volver a mi departamento, a mi docencia y a mi investigación.
–¿Qué balance hace de estos siete años? ¿Qué grado de ejecución tiene y qué le queda por hacer?
–La verdad es que a pesar de las circunstancias, desde principio del año 2020 todo ha estado muy condicionado por la pandemia, estoy satisfecho de cómo la UAL ha sabido reponerse a las circunstancias. En 2019 hicimos una gran inversión en tecnologías y supimos anticiparnos a la llegada de la pandemia para prepararnos y poder abordar la situación en caso de que se tuviera que llevar a cabo la docencia-aprendizaje online o proyectos mixtos y la verdad es que no ha habido ningún problema. Este periodo de pandemia hemos aprovechado para dotar al campus de mejores infraestructuras gracias al permiso que nos dio la Junta de Andalucía de poder usa remanentes. Ahora estamos en plena efervescencia de infraestructuras, estamos próximos a acabar ese proyecto de Campus Europeo... Lo cierto es que pocas cuestiones quedan por culminar y las que están pendientes no dependen de mi, como es el caso del edificio del centro de la ciudad donde es mi intención que la Universidad de Almería tenga su espacio pero tarde o temprano llegará. Sinceramente creo que el balance es positivo. Se ha hecho el máximo esfuerzo posible dentro de las restricciones en la promoción del personal. La UAL cada vez está más reconocida internacionalmente. Este año incluso hemos conseguido entrar dentro de las diez primeras del ranking de Shanghai, algo que es dificilísimos y mucho más para una universidad pequeña... Así que honestamente estoy muy satisfecho de cómo va el mandato. Queda culminar con serenidad y con tranquilidad. La colaboración de todo el campus ha sido muy importante.
–¿Cuándo cree que se podrá culminar la cesión del edificio del Paseo de Almería para la UAL?
–Poder firmar ese convenio de cesión, ya se verán las condiciones si en alquiler o con un alquiler compensado... porque una vez que nos lo entreguen habrá que renovarlo y modernizarlo y adaptarlo a las necesidades que queremos. Esto, con mucho esfuerzo y con la colaboración de todas las administraciones, ya lo cuento como prácticamente acabado. Quizá ahora lo más importante de todo lo que hay pendiente es la culminación de ese Campus Europeo en el que llevamos dos años trabajando. Se trata de una convocatoria a la que concurrimos ahora en el mes de marzo y en la que competimos con otras siete universidades más europeas en el campo de la agroalimentación, de la biotecnología, de ciencias de la vida... Es una convocatoria muy competitiva donde universidades mucho más potentes que la UAL no lo han podido conseguir. Tenemos un proyecto muy bonito, muy trabajado... y si nos lo conceden tendremos mucho por hacer. Se trata de organizar ocho universidades entre sí para que puedan intercambiar docencia, investigación... Poner en marcha esto será un reto que yo tendré que iniciar pero que tendrá que continuar el próximo gobierno dado que esto no es una cuestión de meses, ni siquiera de unos pocos años. En marzo se evaluarán todos los proyectos que se presenten de Europa y esperemos ser lo suficientemente competitivos para superar ese corte.
–En estos años ha habido momentos dulces y complicados...
–Todos los responsables de las universidades y de las instituciones hemos tenido unas circunstancias muy inesperadas y muy dolorosas con la pandemia de la COVID-19. Ha habido inversiones inesperadas pero en la UAL afortunadamente hemos sabido adaptarnos bien a las circunstancias y no hemos tenido ningún problema grave. Hemos podido desarrollar la actividad docente, la investigadora y técnica. Quizá la más afectada han sido las actividades extracurriculares como la celebración de eventos e iniciativas culturales. No se han llevado a cabo investiduras Doctor Honoris Causa y tenemos pendientes de celebrar tres. Le hemos dado prioridad a la salud.
–¿Qué proyecto ha sido el más importante o trascendental para la UAL y su futuro?
–Para mí uno de los momentos de más satisfacción es cuando nos autorizaron la titulación de Medicina que esperemos culminar este septiembre dándole la bienvenida a los primeros estudiantes de la Universidad de Almería. Es un proyecto en el que se llevaba más de 20 años trabajando y que lo vayamos a conseguir es una de las máximas satisfacciones.
–Cómo cree que será recordado su mandato dentro de diez años?
–Sería anticiparnos al tiempo. Sí que es cierto que la pandemia la vamos a recordar todos. Ojalá dentro de 10 años sea solo un recuerdo. Supongo que sí, que cuando se hable de la pandemia en la UAL se recordará quien estuvo al frente del equipo de gobierno en ese momento. Así como también el año de la implantación de Medicina que dentro de diez años ya estará consolidada. Pero por lo que más me felicita la comunidad universitaria es porque he logrado facilitar un ambiente de trabajo idóneo para que cada uno pueda desarrollar sus tareas. Veníamos de unos momentos muy convulsos dentro del campus, con muchos enfrentamientos, donde la política se mezclaba con la vida académica... Creo que mi equipo y hemos sido capaces de alejar eso y, ahora, si hay discrepancias las hay en el ámbito académico, por una titulación o por una asignatura o alguna circunstancia semejante. En cualquier caso, para mí ha sido un honor poder representar a la UAL, coordinar a un excelente equipo de trabajo para lograr un campus excelente, muy atractivo físicamente y cada vez mejor posicionado en los ranking nacionales e internacionales.
–¿Cuál es el proyecto más relevante en estos siete años?
–Es muy difícil. Quizá mi apuesta más cabezona haya sido el título de Medicina. También será la más trascendental para el campus, para la sociedad almeriense y para la sanidad de la provincia. Una titulación con gran demanda que dará lugar a más investigación, desarrollo, infraestructuras y personal, lo que redundará en el bienestar de la sociedad.
–¿Cuáles son los pasos a seguir en los próximos cuatro años en el campus? ¿Qué cuestiones cree que debe tener en cuenta el equipo de gobierno que le siga?
–La persona que me sustituya estará lo suficientemente capacitada y no necesitará de mis consejos. Pero además, las líneas de la Universidad de Almería están muy claras, son las que marcan nuestro plan estratégico. Lo que hay que buscar es una docencia e investigación excelentes, una interacción con la sociedad, reconocimiento internacional y preocuparse por las personas de la comunidad universitaria que además, a nivel de estudiantes es nuestro signo de identidad. Quien me sustituya seguirá avanzando en esas líneas porque no hay otras.
–¿Se ha postulado ya algún candidato para sustituirle?
–No toca postularse ahora. Queda aún un año entero como mínimo. Hasta que no se convoquen las elecciones a Claustro no toca hablar de esto y yo agradecería a la comunidad universitaria que respetase este año de trabajo que queda porque al final va a redundar en beneficio de todos.
–¿Cuál va a ser su vida después del rectorado? En una ocasión confesó a Diario de Almería que era su intención ser profesor de Estadística en el nuevo Grado de Medicina...
–Tiene buena memoria, no sé cuándo te lo dije pero es verdad. Mi intención es solicitarlo al departamento cuando toque hacer la planificación docente porque me hace especial ilusión ser profesor de Estadística en el Grado de Medicina.
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