Almería

La prostituta acusada de matar a un cliente dice que actuó en su defensa

  • La joven de 20 años asegura que "él la amenazó con un cuchillo y la obligó a mantener relaciones sexuales" · El fiscal encuentra contradicciones en sus declaraciones

La joven de 20 años acusada de matar a su cliente de una puñalada en el corazón el pasado día 10 de julio de 2010, aseguró ayer durante el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Almería, que actuó así porque temió por su vida cuando vio que "él sacó un cuchillo, me lo puso en el cuello y amenazándome me quiso obligar a hacerle una felación". Los hechos ocurrieron en el interior de la furgoneta de la víctima (propiedad de la empresa agrícola para la que trabajaba), en la autovía del Mediterráneo, A-7, en dirección a El Ejido.

La joven, que lleva en prisión desde el día de los hechos acusada de un delito de homicidio, indicó al fiscal que lo único que quería era bajarse del vehículo, pero que él había cerrado las puertas y no accedía a las indicaciones de que parara el coche.

Ante el jurado popular relató que el fallecido, Vasile Pop, contactó con ella en la rotonda de Pescadería y allí, tras concertar un precio de 30 euros para mantener relaciones sexuales, ella se subió en la furgoneta para indicarle dónde debía pararse y llevar a cabo su trabajo. Sin embargo, según relató, "él no me hizo caso y se alejó del perímetro de mi trabajo rumbo a El Ejido". Fue entonces cuando "le indiqué que se parara, porque me daba miedo alejarme, y no quiso. Tiré del freno de mano cuando ya estábamos en la autovía y me dio un fuerte golpe, al tiempo que empezó a insultarme", manifestó la acusada, quien apuntó que fue en ese momento cuando, tras una discusión, "él se apartó en el arcén, sacó un cuchillo y poniéndomelo en el cuello me quiso forzar a mantener relaciones sexuales". "Como pude le quité el cuchillo y se lo clavé para intentar salir de la furgoneta, pero acto seguido él me cogió el pelo y me lo impidió. Pensaba que de ahí no salía viva, que me iba a matar. En un descuido volví a clavarle el cuchillo y logré salir del vehículo. Empecé a correr pensando que me estaba persiguiendo y directamente me fui a contarle lo ocurrido a la Guardia Civil que estaba en la rotonda", relató Didina C.

En la huida, "me quité los zapatos porque ya no podía correr más y los tiré en el arcén, junto con el cuchillo". El arma con la que se cometió el crimen nunca llegó a aparecer.

El fiscal puso de manifiesto algunas contradicciones en las que ha incurrido la procesada en las dependencias policiales y en el juzgado. La defensa alega falta de conocimiento del idioma, puesto que la joven llevaba viviendo en España apenas nueve meses cuando ocurrieron los hechos.

El Ministerio Fiscal solicita una pena de 14 años de prisión para Didina C. por un delito de homicidio y una indemnización de 300.000 euros al hijo que el fallecido tuvo un mes después con su mujer. Ayer también compareció la esposa de la víctima, recién llegada de Rumanía. Considera que la prostituta esgrimió una navaja durante una discusión con su cliente por un desacuerdo sobre el dinero y, "con la intención de menoscabar la integridad de Vasile Pop sin descartar la posibilidad de darle muerte", le clavó el arma blanca por dos ocasiones en el pecho y en una de ellas "le partió atravesó el corazón" literalmente.

El abogado de la defensa alega que su patrocinada actuó movida por el miedo de verse "sola, retenida por un salvaje", puesto que, según él, "era un hombre fuerte". Pidió ante el jurado popular un ejercicio de empatía para "imaginar el pánico que la joven tenía" y aseguró que "no la mató de milagro y porque ella se defendió. Si no se hubiera defendido hubiera salido en la prensa la noticia de una prostituta más asesinada en la zona de Bayyana". Además, insiste en que el arma blanca no era de la joven, sino del fallecido.

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