Las pruebas del bebé llegan putrefactas a Toxicología y no desvelan cómo murió

El Instituto de Medicina Legal de Almería ya ha emitido el informe completo de la autopsia del cadáver de un bebé que lleva dos años congelado en una cámara para su conservación. Sin embargo, la familia afectada aún no sabe cuál fue la causa de la muerte de su hijo, pues según se detalla en el informe del Instituto de Toxicología de Sevilla donde fueron analizados los tejidos del cadáver, al que ha tenido acceso Diario de Almería, las muestras remitidas desde Almería para su análisis se encontraban en estado de putrefacción (autolisis cadavérica, es la definición científica que los forenses indican en el informe final).

El mal estado de los tejidos que fueron extraídos al bebé no ha permitido a los forenses concluir por qué falleció el pequeño. Dos años después no hay respuestas. La prueba hubiera sido imprescindible en el procedimiento judicial para esclarecer las causas y depurar responsabilidades en el caso de que, como apunta la familia, se hubiera incurrido en una "negligencia médica".

Los padres del pequeño tildan la situación de "vergüenza" ya que después de tantos años a la espera de una respuesta, "aún no sabemos qué fue lo que ocurrió y nadie nos ha dado una explicación", según indicó el padre, Juan Francisco Navarro.

La familia se siente "engañada" y advierte de que "la ausencia de respuestas y conclusiones ya era algo que casi habíamos asumido que iba a ocurrir, porque tanta tardanza en las pruebas no era normal", e insisten en que "además del amplio abanico de errores que se han cometido, tanto por parte del hospital Torrecárdenas como en el hospital Provincial, en el informe que ha emitido el forense también han intentado falsear la realidad. Hay un baile de fechas y datos que no corresponde con la verdad de cuándo se le hizo a mi mujer la transfusión de sangre para frenar la anemia que le provocó la hemorragia del parto", explicó Navarro.

Según ha podido comprobar este periódico, de los 17 folios que componen el informe final de la autopsia, sólo en uno se habla concretamente del bebé, algo que sorprende a la familia porque como indicó Juan Francisco Navarro "el escrito se centra principalmente en la atención que tuvo mi mujer, las patologías que le fueron diagnosticadas y la evolución del embarazo, y no en los exámenes que se le han realizado a mi hijo una vez muerto".

A partir de ahora, los padres del pequeño están a la espera de que el juez les diga cuándo pueden incinerar el cadáver, aunque según avanzaron "será previsiblemente en pocos días puesto que ya no hacemos nada conservando más tiempo el cuerpo en esa nevera".

Resignados ante tal cúmulo de contratiempos, la familia sólo espera que llegue pronto el día del juicio para que si ha habido errores "se depuren todas las responsabilidades". Por último, Navarro no se explica "por qué el delegado del Gobierno, Miguel Corpas, aseguró que el bebé estaba bien conservado y ahora las pruebas forenses dicen que está en mal estado".