"La pubertad precoz en las niñas es cada vez más frecuente"

"La pubertad precoz en las niñas es cada vez más frecuente". Así lo ha afirmado la pediatra especialista en Endocrinología y nutrición Infantil, Patricia Oliva, una joven médica que en este momento dirige la única consulta de esta especialidad en la provincia almeriense, fuera de la sanidad pública. La facultativa ha señalado que la edad considerada normal para el desarrollo femenino es entre los 11 y los 14 años.

"Todo lo que sea antes o después puede estar relacionado con alguna alteración hormonal". Oliva ha detallado que a los nueve años es cuando suele comenzar el desarrollo del pecho en las niñas y dos años después de éste proceso, es cuando aparece la menstruación. "El hecho de que se adelante el desarrollo en las niñas es cada vez más frecuente. A priori no tiene por qué ir relacionado con ningún problema, pero si es cierto que en el momento en el que llega la regla, la niña ya no crece más".

Este y otros problemas los trata la facultativa en su consulta. Y es que el sistema endocrino es un conjunto complejo de glándulas productoras de hormonas que controlan las funciones básicas del cuerpo, tales como el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo sexual. La cantidad de hormonas producidas por cada glándula está equilibrada cuidadosamente. Cantidades muy pequeñas o muy grandes de ciertas hormonas, pueden afectar a todo el cuerpo y causar trastornos endocrinos. Para mantener el balance, muchas hormonas producidas por las glándulas endocrinas interactúan entre sí. La doctora Patricia Oliva atiende así en su consulta a pacientes desde recién nacido y hasta los 18 años. Los más pequeños visitan a la pediatra principalmente por motivos de nutrición.

"Desde 0 a 1 año el orden en la alimentación es un motivo de consulta para los padres que se interesan por el proceso de diversificación alimentaria y la edad correcta a la que se deben de ir introduciendo ciertos alimentos". "A veces aparecen intolerancias y alergias y por ello ciertos alimentos se van introduciendo en períodos concretos". Una buena base alimenticia es esencial a la hora de evitar la obesidad infantil.

Y es que según ha informado Patricia Oliva, "el 95% de los casos de obesidad en los menores es exógena o nutricional, lo que significa que hay un exceso de ingesta calórica unida al sedentarismo". Ante esta situación, la especialista en nutrición ha insistido en que los niños deben de tomar como ejemplo la dieta mediterránea. "A mediodía los guisos de toda la vida y por la noche verdura, hortaliza fresca y pescado".

"En los desayunos y las meriendas se debe evitar la bollería y los zumos industriales y apostar por la fruta y los bocadillos". Más de un estudio avalan que la obesidad infantil es causada por la oferta de alimentos. Así, según un estudio realizado en 367 artículos de nutrición, nueve de cada diez productos alimenticios destinados específicamente a los niños tienen un contenido nutricional malo, debido a los altos niveles de azúcar, grasa o sodio. En algo menos del 70% de los productos estudiados, de los cuales se han excluido específicamente los dulces, los refrescos y los productos de panadería, una gran parte de las calorías procedía del azúcar.

Aproximadamente uno de cada cinco (23%) tenían altos niveles de grasa y el 17% tenían altos niveles de sodio. A pesar de esto, el 62% de los productos con una mala calidad nutricional mostraba declaraciones positivas sobre su valor nutricional en la parte delantera del envase. El 63% de todos los productos analizados hacían algún tipo de declaración nutricional, donde el 62% de los productos podían clasificarse como nutricionalmente malos, debido a los altos niveles de azúcar o grasa o sodio. Los productos con altos niveles de azúcar representaban el 70% de los productos con mala calidad nutricional.