José Fernández no hubiese deseado jamás que el pueblo del que es alcalde se convirtiera en "noticia nacional por unos hechos tan terribles como los que hemos vivido". El primer edil fue una de las primeras personas que llegó a la barriada de El Mayordomo, a la casa La Huerta donde aún en su interior se encontraban los cadáveres de tres mujeres a las que conocía muy bien.

Por eso no se explica "qué le ha podido pasar para actuar de esa manera". También eran conocidas por los poco más de tres mil habitantes de un pueblo que está "absolutamente consternado por estos hechos. Realmente no nos explicamos qué ha podido pasar y sobre todo el por qué". Conoce al dedillo la vida de la presunta autora de los hechos, Marina, "que estuvo con un muchacho del pueblo, con el que tuvieron a su hija. Esta estudiaba en Uleila, aunque venía a Sorbas dos días a la semana a la escuela de música". También sabía que se habían separado y consultó "en los archivos del Ayuntamiento por si había algún tipo de denuncia o de petición de alguno de los servicios sociales. No hay absolutamente nada, por lo que la separación fue normal".

El alcalde asegura no recordar otro hecho "ni tan siquiera similar en Sorbas. Es un pueblo muy tranquilo y jamás podíamos pensar en esto". El Mayordomo es una pedanía en la que "a diario puede haber entre 15 y 20 personas, que se conocen todos". No tiene ganas de seguir celebrando el Carnaval; "el pueblo está sumido en una tristeza enorme, por lo que hemos decidido suspender todos los festejos previstos".

Ya no como alcalde, si no como persona reconoce que "tenía que estar muy mal para hacer una cosa como esa, aunque nunca se me ocurriría justificar o tratar de justificar algo así. Han sido unos hechos terribles, espantosos".