Crisis rural: los pueblos de interior de Almería no pueden hacer frente al éxodo

Municipios como Benitagla pierden ya el 45,9%, Cóbdar el 30,7% o Alboloduy el 28,4%

Los dos municipios de Almería que no paran de crecer

Antonio (el Chicharrasangres) y María, los dos vecinos más divertidos de Gérgal
Antonio (el Chicharrasangres) y María, los dos vecinos más divertidos de Gérgal / Marian León

Las calles vacías son el reflejo más visible de la despoblación. Rincones en silencio, donde el eco de los pasos apenas encuentra compañía. Las tiendas cierran, los colegios quedan sin alumnos y las fachadas empiezan a mostrar los signos del abandono. La plaza del pueblo, que solía ser el centro de encuentros y celebraciones, permanece casi desierta, con bancos que ya no sostienen conversaciones. Cada día parece prolongar un lento retiro, como si el pueblo mismo fuera desdibujándose, dejando atrás solo recuerdos de lo que alguna vez fue.

El auge demográfico de algunos municipios de Almería contrasta con la despoblación que golpea a las zonas rurales de Almería, dejando un mapa poblacional lleno de desigualdades: mientras Roquetas de Mar, Níjar y Huércal de Almería crecen de forma espectacular, pequeños pueblos como Benitagla o Cóbdar luchan por no desaparecer.

Antonio 'El Chicharrasangres' se enciende su pipa.
Antonio 'El Chicharrasangres' se enciende su pipa. / DDA

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la población de los municipios de la provincia de Almería, correspondientes a 2024, evidencian un aumento significativo en la población total. En comparación con 1996, la provincia ha crecido un 52,1%, pasando de 501.761 habitantes a 763.030. Este crecimiento está impulsado, principalmente, por municipios costeros y aquellos con una economía en expansión.

El auge de los grandes municipios costeros

Entre los municipios que más han crecido destacan Roquetas de Mar, que ha más que duplicado su población en este período, pasando de 37.237 a 109.204 habitantes, lo que supone un aumento del 193%. Otro caso notable es Níjar, con un incremento del 120%, al pasar de 15.017 a 33.076 residentes. Estos municipios se consolidan como polos de atracción, gracias al turismo, la agricultura intensiva y la inmigración.

Lina, vecina de Gérgal, tras las chumberas que se extienden por gran parte de la geogrrafía almeriense.
Lina, vecina de Gérgal, tras las chumberas que se extienden por gran parte de la geogrrafía almeriense. / Marian León

En la capital, Almería, la población también ha experimentado un crecimiento relevante del 18,9%, alcanzando los 202.675 habitantes frente a los 170.503 de 1996. Este dato refuerza su posición como el principal núcleo urbano de la provincia.

Zonas rurales: contrastes entre crecimiento y declive

No todos los municipios han seguido esta tendencia de aumento. Mientras que municipios como Huércal de Almería (con un crecimiento del 246%, de 5.366 a 18.584 habitantes) y El Ejido (del 89,3%, pasando de 47.610 a 90.135) muestran cifras positivas, otros han visto disminuir su población.

María (vecina de Gérgal) sonríe a cámara.
María (vecina de Gérgal) sonríe a cámara. / Marian León

Por ejemplo, Benitagla ha perdido casi la mitad de sus habitantes, pasando de 111 a solo 60, representando una caída del 45,9%. Similar es el caso de Alboloduy, que ha registrado un descenso del 28,4%, de 817 a 585 residentes. Estas cifras reflejan los desafíos de los municipios pequeños y rurales para retener a su población, en contraste con el crecimiento en áreas urbanizadas y costeras.

Municipios con mayor crecimiento porcentual

El análisis también revela que algunos municipios pequeños han experimentado crecimientos porcentuales llamativos, aunque en términos absolutos sean modestos. Es el caso de Arboleas, que ha pasado de 1.550 a 4.319 habitantes, un aumento del 178,5%, o Huércal de Almería, con un incremento espectacular del 246%, como ya se mencionó.

Descensos en municipios históricos

Municipios con una rica historia, como Vélez-Blanco y Serón, también han registrado descensos de población. En Vélez-Blanco, la cifra bajó un 16,6%, pasando de 2.317 en 1996 a 1.933 en 2024. Por su parte, Serón redujo su población un 22,2%, de 2.742 a 2.133. Esto pone de manifiesto la creciente despoblación que afecta a zonas del interior.

Dinamismo en áreas de turismo y servicios

Municipios turísticos como Mojácar (crecimiento del 71%) y Carboneras (del 35,8%) han visto aumentos poblacionales significativos, impulsados por el atractivo turístico y la llegada de nuevos residentes, incluyendo extranjeros. Mojácar ha pasado de 4.394 a 7.517 habitantes, consolidándose como uno de los destinos más dinámicos de la provincia.

El desafío de los pequeños municipios

La provincia cuenta con varios municipios que luchan por mantener su población. Chercos, por ejemplo, apenas ha crecido un 4,8% desde 1996, pasando de 289 a 303 habitantes. Otros como Cóbdar han sufrido una disminución significativa del 30,7%, con una población que ha bajado de 274 a 190 habitantes.

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